CAPITULO 36

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Freen:

La yema de mis dedos recorre la piel desnuda de uno de los brazos de mi bello y radiante sol, que duerme acurrucada a mi lado, con una de sus piernas enredada en la mía, y una de sus manos apoyada en medio de mi pecho justo sobre el crucifijo que cuelga de mi cuello. Aparto un puñado de su cabello que cubre su rostro y sigo mi recorrido de caricias, deslizando la punta de mis dedos por su hombro, sin quitar la vista de ella.

Sus largas y pobladas pestañas cubriendo sus ojos son como dos bellas cortinas. Su nariz respingona con algunas pocas pecas y sus labios dulces y aterciopelados de un color rosa natural con un pequeño y tentador lunar debajo de su labio inferior... Dios... es el ser, más perfecto que jamás haya visto. Beso su coronilla y la escucho murmurar entre sueños, algo que no entiendo, mientas se acurruca contra mí, hundiendo su cara en mi cuello. Sonrió y extiendo mi mano para acariciar su cabeza, pero el sonido de mi teléfono vibrando sobre la mesa de noche, me detiene a medio camino.

Mensaje:

Heng: ¡Tienes que venir al Blood Hell. Ahora!

Frunzo el ceño, y tecleo una respuesta rápida, sosteniendo el celular sobre la cabeza de Becky para no despertarla. Que Heng me llame a mitad de la noche para decirme que tengo que ir al Club, solo significa una cosa, problemas. Vuelvo la vista hacia la mujer aún dormida en mis brazos, su cuerpo está desnudo, luego de que hiciéramos el amor por más de cuatro horas casi seguidas. Tal y como venimos haciendo, desde hace más de una semana cuando la saqué borracha del club. Verla en esa faceta solo despertó más mis ganas de ella, de descubrir qué más hay debajo de todas esas capas que cubren su verdadera esencia, porque estoy más que segura de Becky, es más, mucho más, de lo que hasta ahora se ha permitido mostrar, y no puedo esperar a ver du verdadera esencia.

Deslizo mi brazo con cuidado, tratando de zafarme de mi bello sol, sin despertarla. Cuando al fin lo logro, la cubro con las mantas Y dejo un beso sobre su frente, antes de caminar hacia la puerta del baño. Dos minutos después salgo ya vestida con mi cargo azul oscuro y una sudadera negra, tomo la chaqueta de cuero del sofá junto a la ventana y me acerco a la mesa de noche donde tomo el celular y tras dudar si llevar el coche o no, terminó sacando del cajón, las llaves de mi motocicleta. Desde el umbral de la puerta le doy una última mirada a la mujer dormida en mi cama y abro la puerta, llevo dos dedos a mis labios y silbo bajo atrayendo la atención del pastor que duerme sobre la alfombra en el pasillo casi frente a la puerta.

Tras dejar a Becky en compañía del perro que no duda en acomodarse sobre la cama, con la cabeza entre las patas, lo cual no es suficiente cercanía para él, ya que se acerca más y apoya su hocico sobre la pierna de Becky, me marcho, con la seguridad de que, quien intente acercarse a mi mujer, Ares le arrancará una extremidad.

***

Las calles de Nueva York, pese a que son las dos de la madrugada aún están abarrotadas de gente.
Es temporada turística y el área de los clubes nocturnos y casinos son los que más trabajan. Estaciono la motocicleta en la parte trasera del Blood Hell y con el casco enganchado en mi codo, camino hacia la puerta despintada de metal, que se abre justo cuando Doménico, el jefe de seguridad del club, saca a rastras a un sujeto con la nariz rota. Lo levanta como si no pesará nada mientras el sujeto sigue forcejeando por liberarse y me detengo un momento, a ver el espectáculo.

Dominico es un experto en artes marciales, y un asesino nato, campeón por años en las jaulas de pelea clandestina, donde entre otros, ¡se enfrentó al mismo diablo! Siendo el único oponente con el cual, logró empatarse al sobrevivir a mi padre. Quien al final se lo recomendó a Adrianno para que lo hiciera Jefe de seguridad del club. El hombre que forcejea cae al suelo y con manos temblorosas saca un arma de sus pantalones, apunta en dirección al gigante moreno que cambia su expresión a una más molesta y amenazante cuando de una zancada está sobre el idiota que maldice en un idioma que al parecer es albano o algo similar, no lo sé.

La Liberación de la MafiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora