CAPITULO 44

1.8K 182 3
                                    


Becky:

Sostengo el agarre sobre el arma con mis manos temblorosas, mientras observo al hombre frente a mí, que me devuelve la mirada como si me hubiese vuelto loca.

—Cariño... ¿Qué haces? Baja eso... —Habla y paso saliva moviéndome en mi sitio.—Vine por ti hija... a rescatarte...

—¿Rescatarme? ¿Rescatarme? ¿De qué o quién, si quién arruino mi vida fuiste tú? —Respondo sin poder controlar la rabia de emana mi cuerpo en este momento al tenerlo frente a mí.

—¿De que estas hablado Bella..? estás confundida... tu mente esta confundida...

—¡No! Tú me... vendiste... tú... abusaste de mi... ¡No tienes idea del infierno que vivi por años! —gruño con dientes apretados, probando el sabor salado, de mis propias lágrimas, cuando caen sobre mi rostro y labios.

Niega sacudiendo la cabeza y tratando de enderezarse, mientras sigue sostenido por las cadenas que sujetan sus muñecas, y clava su mirada llena de lágrimas en la mía.

—¿Como puedes decir eso? ¿como podría hacerte daño pequeña..? Eres mi hija... mi niña... estas confundida, tu mente no está bien desde la muerte de tu madre, Becky recuerda por favor. —Pide y dudo, mientras el arma vacila en mi mano.

Trato de repasar el pasado en mi cabeza, los momentos de los tres juntos... mi madre, mi padre y yo... Risas, abrazos, juegos... Niego reusándome a creer que estoy loca, mis manos tiemblan, al igual que mi cuerpo y llevo las manos a mi cabeza aun sosteniendo el arma, cubriendo mis oídos por las voces que se repiten una y otra vez...

"—Abre para papi, Becky"

La imagen de él sosteniendo la cuchara con comida cerca de mi cara viene a mi mente como flashback, pero la imagen cambia de pronto, su rostro amable se distorsiona y sus manos ya no sujetan la cuchara, ahora están sobre mí, tocándome...

"—Abre para papi, Becky..."

—No... estoy loca...¡ Yo no estoy loca! —Grito soltando un disparo que da en su brazo y me paralizo cuando veo la sangre brotar de su brazo.

—¡Maldita sea! ¡Estúpida bruja! —Grita y retrocedo temblando cuando siento la hostilidad con la que me mira, parece notarlo ya que instantáneamente vuelve a su actitud pacífica y a su sonrisa fingida.

—Lo siento, pequeña, pero eso me dolió... —Responde jadeando.

—Cariño... acércate... vamos suéltame... Mírame... soy papá. —Habla casi en voz baja y mi cuerpo reacciona solo cuando doy un paso hacia adelante vacilante, pero me detengo a medio camino y sacudo la cabeza cuando me percato de que me estoy acercando demasiado.

—¿Porque...?—Pregunto deteniéndome a medio camino y un sollozo se me escapa mientras mis hombros suben y bajan en medio de temblores, que no logro controlar.

—¿Por qué me hiciste todo eso papá? ¿Por qué si yo te amaba? Solo era una niña... —Sollozo.

No responde y solo sigue insistiendo en que lo suelte, la rabia es tanta que siento que mi cuerpo quema por dentro, mientras sigue diciendo que estoy loca, que mi mente no está bien...

—Becky todo eso está en tu mente... yo no hice nada de lo que crees, tu escapaste de casa cuando Sarah murió. Te he buscado sin descanso por años, pero me encontré con esta lunática, ella te lavo el cerebro, ella...

—¡Cállate! ¡Cállate! —Le Grito disparando otra vez, hacia el techo esta vez.

Lo cual hace que cierre la boca y me mire, cuando vuelvo a apuntar el arma en su dirección pese a que mi cuerpo tiembla como una gelatina.

La Liberación de la MafiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora