27: Prejuicio

128 18 20
                                    

Pov Peridot

Cuando terminó ese evento de modas que se trasmitió en vivo Lapis me pidió si era posible que le prestara unos pantalones porque los de ella se habían manchado. Busqué unos en mi armario que fueran de los que suelen quedarme bien holgados y se los entregué.

Ahora que estoy saliendo con Lapis no es necesario que me voltee para no verle o que ella me diga que mi presencia es incómoda ya que de todos modos la he visto sin nada de ropas, aún así no puedo evitar ver su cuerpo con casi nada de prendas sin sentir ese deseo, pero no iba a propasarme cuando ella claramente me dijo que está en sus días.

Al ponerse mi pantalón de tela color beige me dio la espalda y noté que su trasero llena a tope esa parte, se le ve ajustado cuando a mi me queda totalmente suelto.

—¿Me queda bien?—Dijo ella luego de mirarse hacia atrás y ajustar su calzón porque se le había pegado entre sus cachetes.

—A ti todo te queda perfecto, Lapis.—Contesté con sinceridad y esbozando una sonrisa.

—¡No mientas!—Hizo puchero.—Mis piernas y trasero están super ajustados... ¿Eres de menor talla?

—Soy small en todas mis prendas, así que no puedo ofrecerte algo que sea más cómodo.—Puse mi mano tensa para darle una nalgada.—Además no deberías avergonzarte con toda esa carne que tienes.

—¡Auch eso dolió!—Contestó al mismo tiempo que se tomaba el lado donde le pegué.

—Lo siento, no pude evitarlo.—Le saqué la lengua.

En eso ambas sonreímos y Lapis se volvió a sentar para estirar sus brazos y abrazar mi cuello.

—Estoy feliz. Me gustaría demasiado quedarme contigo pero, debo trabajar mañana.

—No te preocupes, si gustas me llamas para ir a dejarte y así no tienes que usar uber o trasporte público, va?

—Te lo agradecería mucho.

Ella se echó un poco hacia atrás y al encontrar nuestras miradas nos acercamos para darnos un beso, mi cuerpo entra en un estado perfecto entre la adrenalina y calma, todo por dentro se vuelve tan liviano... No hay dolor ni nada.

Aquel sentimiento tan dichoso ya lo había experimentado una vez cuando estaba con Bob, y al terminar de besarnos Lapis se me queda mirando y como si ya hubiese leído mi mente hace la siguiente pregunta.

—¿Estás pensando en ella?

—¿D-De quién hablas?—Contesté sacada de onda.

—En tu ex. No hace mucho dijiste su nombre cuando lo hicimos y eso me hizo creer que aún no puedes olvidarla.

¿Cómo debería responder sin que se sienta mal? 

Bueno, tengo una respuesta pero solo sería decir la verdad.

—Lo siento si dije eso, la verdad no me acuerdo porque cuando entro en éxtasis pues me pierdo un poco jeje... Pero no te preocupes por ella.—Tomé sus manos y las acaricié.—Yo ahora quiero estar para ti y podamos tener una buena relación, para después llegar a lo que están haciendo nuestras madres.

Lapis estiró su boca para sonreír y vi como sus hermosos ojos azules se volvían cristalinos, probablemente de la emoción.

—¿Realmente piensas en que lograremos formalizar esto?

Esa pregunta fue más que nada una duda.

—A largo plazo claro que si.—Sonreí.

—¿Te gustaría tener hijos?—Preguntó.

Con todos menos contigo! [Lapidot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora