𝐖𝐈𝐋𝐃𝐄𝐒𝐓 𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒 ━━ 𝖯𝖮𝖱𝖳𝖦𝖠𝖲 𝖣 𝖠𝖢𝖤

ᘛ 04.❝ 𝗺𝗼𝘁𝗵𝗲𝗿'𝘀 𝗹𝗼𝘃𝗲 ❞

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ACTO DOS

ᘛ 04 : : CAPÍTULO CUATRO

i. AMOR DE MADRE

YA MÁS TRANQUILA LA JOVEN REGRESA A LA TABERNA CON LAS MANOS METIDAS EN SUS BOLSILLOS no tenía porque correr no había prisa Eren se encargaría mientras ella descansaría un poco. Durante el camino le había dado un poco de hambre así que había comprado comida llevaba una lata de soda en la mano ya que había terminado de devorar la hamburguesa que había pedido. Llegó a un área donde empezó a ver qué algunas personas dejaban de hacer sus que aceres para inclinarse un momento y con ello demostrar respeto. Ella se encontraba a una distancia bastante prudente por lo tanto solo debía de esconderse y no tendría que inclinarse ante ese dragón celestial.

Se iba a dar la vuelta y haría como que no vió nada porque sentía estúpido que personas como ella tuvieran que tratar con respeto a otros humanos que lo único que habían hecho bien fue haber nacido en una cuna de oro. Aunque ni eso hacían bien al final los Tenryuumbitos no aportaban nada a la sociedad más que sosobra y miedo.

La gente los trataba como si fueran dioses pero lo cierto es que son solo humanos. De carne y hueso. Muchos de esos Tenryuumbitos son hijos de los más antiguos y que de no ser por sus apellidos o familias al final serían parte de la sociedad agrícola.

Axl conocía de lagunas cosas que la marina oculta a la sociedad que a sido obra de los Tenryuumbitos. Esos monstruos solo estan al tanto de su propio bien.

Un poco enfurañada por lo que sucedía la joven decide irse pero antes de que pudiera hacerlo logra ver a una persona caminando con una botella de sake en la mano.

Reconoce a la persona.

Es uno de los integrantes de los Sombreros de Paja, el espadachin de cabello verde que usa tres katanas. Roronoa Zoro.

El tipo debía de ser tan distraído o lo suficientemente tonto como para no darse cuenta de lo que está a punto de hacer. Un Tenryuumbito se encuentra delante suyo y el peliverde no había mostrado respeto alguno por él.

Oh no.

Eso ocasionaría muchos problemas y lo que menos necesitan es que envíen a algún almirante. Debía de actuar rápido sin que nadie fuera a sospechar.

Segundos.

El reloj comenzó con su característico tic tac.

Una gota de sudor cae por la frente de Axl cuando está adivina las intenciones del peliverde. El Tenryuumbito había sacado un arma con la cual amenaza al pirata. Y Zoro se encontraba a nada de desenvainar su espada y cortarle la garganta a ese engreído hombre.

Un ensordecedor disparo se escucha por el manglar fuerte y claro. Las personas que estaba de rodillas demostrando su respeto ante el Tenryuumbito esconden sus cabezas debajo de sus manos temerosos.

Todo se había provocado por una injusticia.

Y Axl hubiese dejado que Zoro le cortará la cabeza de no ser porque si lo dejaba hacerlo pondría a todos en peligro.

Fue en una fracción de segundos cuando se lanzó en contra del peliverde y lo sometió contra el suelo. Lo había dejado en el suelo subiéndose sobre su espalda, sus rodillas lo aprisionando de los costados y su tracero descansa en su cintura. Con una mano mantiene la cabeza del peliverde en el suelo imposibilitandolo a moverse.