Capítulo 9: Mi hogar, mis reglas

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Los ojos del vampiro palpitan en rojo al estar alimentándose, luego de alcanzar el tan anhelado clímax sexual. Sin embargo, se ve obligado a abandonar toda su codicia, pues acontecimientos inesperados se están llevando a cabo. Retira sus colmillos de la piel de Tzuyu; la sangre se vierte por sus labios hasta su mentón y la herida también. Ella suspira, mareada. Seok-jin la toma del rostro y nota la palidez preocupante en su tez: se le había pasado un poco la mano. Acomoda su ropa, la carga en brazos y en un parpadeo la deja en su dormitorio, en la cama.

―Haz presión aquí ―dice, colocando la mano de la joven con un pequeño paño sobre la herida―. No vayas a bañarte porque podrías desmayarte. Mejor descansa primero. Y cuando lo hayas hecho irás al botiquín y tomarás el anticonceptivo. Asiente si entendiste.

Ella lo hace. Y con apenas un débil pestañeo una brisa brusca se levanta y la puerta se azota.

Al mismo tiempo, a Jung-kook se le va la voz en llanto gritándole a Taehyung, quien se ha abalanzado sobre Nam-joon.

―¡Por favor, basta! ¡¡Déjalo!! ―insiste.

Habían dado unos giros en el suelo polvoriento e intercambiado varios golpes, pero bastó con un solo impacto por parte de los nudillos del iracundo hombre contra el rostro del muchacho para dejarlo semi noqueado. Ahora lo tiene tumbado en el piso y atrapado entre sus piernas, listo para acometer.

―¡¡Basta!! ―grita Jung-kook de nueva cuenta.

―¡Cierra el pico, chiquillo! ¡¿O quieres que te amordace con alambre de púas?!

Al virar su cara hacia Jung-kook, Nam-joon aprovecha y le propina un golpe en el pómulo. Aunque lo hace sangrar apenas, no siente dolor y, furioso, lo sujeta del cuello de su ropa y estrella su cabeza contra el concreto. Taehyung tira de la tela y la abre para descubrir su cuello y el aire queda impregnado con el sutil aroma a miedo y adrenalina. El depredador consumado aspira con avidez, inundándose en el embriagador perfume de la sangre fresca. Sus sentidos se colman de un éxtasis oscuro mientras se sumerge en el irresistible atractivo de la vida que fluye ante él. Repasa los labios con su lengua para mojarlos, en tanto sus colmillos afloran rápido.

―¡Taehyung, no! ¡Estás molesto conmigo! ¡Desquítate conmigo!

―¡Por supuesto que me desquitaré contigo, niño! ―Lo mira con ojos furiosos en tono escarlata―. Después de alimentarme de él... ―dice con una voz más gutural, y dirige su cara al muchacho.

Nam-joon intenta resistirse, pero al vampiro no le toma nada de trabajo atrapar sus muñecas en el aire y aprisionarlas contra el suelo.

Bon appétit! ―gruñe, abriendo sus fauces.

Desciende hasta el cuello del joven, sin embargo, antes de conseguir hincarle el filo de sus colmillos sale disparado hacia el paredón, que al recibir su cuerpo crea una gran hendidura, dejando caer polvo y cascajos. Taehyung alza la cabeza de inmediato para hacerle frente al bastardo que se había atrevido a golpearlo así, pero al encontrarse con la figura de Seok-jin su ceño fruncido desaparece.

―Kim Taehyung... ¿Quién mierda te dijo que tenías permitido ponerle las manos encima a mi Nam-joon?

Sus ojos, bañados con una capa negra, el fino halo rojo en la circunferencia de sus iris y las venas oscuras que sobresalen alrededor de las cuencas de sus orbitarias, en contraste con su ahora más blanquecino rostro componen un ser de pesadilla, un monstruo que nadie desea provocar.

―Eres un inquilino muy malo, Taehyung... y te voy a castigar por esto.

Hyung...

―Cierra la boca ―dice, controlando su ira y recobrando poco a poco su semblante pasivo―. Baja al chico de ahí.

Loveless (+21) [JinNam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora