Loveless (+21) [JinNam]

Capítulo 16: Mi masoquismo

Estoy... escéptico, ¡miscreyente!

Es de noche, está nevando, probablemente con temperatura bajo cero y heme aquí, saltando de edificio en edificio, protegido por las penumbras de la noche, sintiendo el frío como primavera para los mortales. ¡Pero qué maldita dicha!

Todo comenzó en la juventud de la vespertinidad, con el sol ya oculto y el cielo tiñéndose de encantadora obscuridad. Fui a mi dormitorio en compañía de Tzuyu para que recogiera los platos de la cena que esperaba que Nam-joon hubiese consumido en su totalidad. Afortunadamente así fue. Mi doncella me reverenció y se retiró; el chico me miró con un halo de misterio rodeándolo, haciéndome desear qué cabía en sus cogitaciones.

―Quiero solicitar una petición ―dijo con solidez.

Kim Nam-joon, eres el ser humano más interesante que he tenido el gusto de conocer. Sagrado sea el encuentro de cuerpos que dio paso a tu existencia, el momento en que nuestros ojos se encontraron y el maldito momento en el que me propuse hacerte mío.

―¿De qué se trata? ―pregunté, reservando mi interés desbordante.

―Quiero que me dejes comunicarme con mi amigo Min Yoon-gi.

―Imposible.

―Vamos... Siquiera déjame escribirle algo.

―Si le envías un mensaje, del tipo que sea, el chico no se quedará de brazos cruzados y acudirá a la policía.

―Yoon-gi... ¿Está buscándome?

Un brillo esperanzador bañó sus ojos a contraluz. Él es la personificación de la hermosura, y yo, el cuervo avaro al otro lado de la cerca que lo encierra, sosteniendo las llaves de su liberación.

―Por supuesto que está buscándote. Él, a diferencia de los demás, te es leal.

―Déjame verlo, por favor...

―No va a pasar. Te pediré que no insistas.

―Al menos... ¡Déjame hacerle saber que estoy bien! Le diré que lo mantenga en secreto.

―Dudo que lo haga.

―Te lo ruego, Jin... Por favor...

Me suplicas y me vuelvo loco. Soy avaro, aunque me esfuerzo por no mostrar regocijo ante tu pena.

―Si cedo... ¿Qué me darás a cambio?

―¿Es en serio? ―objetó indignado.

―¡Pero por supuesto que es en serio! ―Abrí notoriamente mis ojos―. Estoy arriesgando mucho con tu capricho, ¿sabes? ―dije entre dientes―. Si el chico va a la policía darán con mi ubicación y me veré obligado a hacer una carnicería de carótidas. ¿Quieres provocar eso, Nam?

Ante mi interrogante maliciosa, él movió la cabeza en negación.

―Claro que no quieres eso. ―Realcé su rostro con mis dedos bajo su mentón, pero no hubo caso, estaba desanimado de nuevo.

―Por favor, no toques a Yoon-gi...

―No lo haré... en tanto él se mantenga fuera de mi camino. Te lo prometo.

―No puedo fiarme de tu palabra...

―Por eso eres un chico listo. ―Llevé mis dedos de su barbilla a su cabello―. Le enviaré una nota a tu amigo diciéndole que estás bien, ¿qué dices a eso?

La mirada se le iluminó una vez más ante mi propuesta inesperada.

―Le advertiré también que debe guardarlo en secreto, pero... Si él ignora mis palabras... No me hago responsable de las consecuencias, Nam...