Mar Pacífico [Libro I: Cuba] BORRADOR

El canto del lago

En un rincón del mundo, en el centro de una ciudad marinera, donde el destino entrelaza las almas, se encontraron dos personas destinadas a estar juntas. Sus miradas se cruzaron, y en ese instante, el tiempo pareció detenerse. Era como si el universo entero hubiera conspirado para ese momento perfecto.

Sus corazones latieron al unísono, resonando con una melodía antigua y familiar, una canción que solo ellos podían escuchar. Cada palabra que intercambiaban era un pétalo de rosa, suave y fragante, llenando el aire con promesas de un amor eterno.

Las estrellas en el cielo brillaron con más intensidad, testigos silenciosos de un amor que trasciende las fronteras del tiempo y el espacio. Caminaban juntos, sin decir una palabra, porque en su silencio, se entendían más que en cualquier conversación.

La brisa susurraba secretos de eternidad, acariciando sus rostros mientras ellos, embriagados por la magia del momento, supieron sin duda alguna que sus almas se habían encontrado antes, en algún rincón del infinito. Y así, unidos por un lazo invisible pero irrompible, caminaron hacia un futuro tejido con hilos de amor y esperanza.

Una profecía colocada dentro de una botella y enviada al fondo del mar.

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