𝟎𝟖

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Zoro vitoreó al fondo, y los demás festejaron la noticia con alegría. Luffy, con una sonrisa radiante, bajó a Law con cuidado hasta el piso. Luego, beso sus labios antes de acariciar el vientre de Law con delicadeza. Bajó aún más y plantó un beso lleno de amor en el lugar donde se formaban sus cachorros.

—Papá los estará esperando. Gracias por darme la bienvenida junto a papi Law—dijo Luffy, con la voz llena de emoción. Besó de nuevo el vientre y luego el nudillo de la mano tatuada de Law, notando cómo un leve carmín pintaba las mejillas del pelinegro.

—¡Enhorabuena!—exclamó Zoro, palmeando la espalda de Luffy con entusiasmo—. ¡Felicidades! Por cierto, debo irme. El cejillas me necesita; el mocoso no lo deja dormir por las patadas. ¿Le dirán a los demás o dejarán que el periódico se encargue por ustedes?

—Los llamaremos. Ve, Sanji-ya debe estar desesperado, más sabiendo que puedes perderte

Zoro bufó, aunque una sonrisa se dibujaba un sus labios.

—¡No es verdad, Torao! Llegaré rápido.—Se giró hacía el lado equivocado de la salida del castillo—. ¡Cuídense!

Mientras Zoro se alejaba, Luffy volvió su atención a Law. Acarició suavemente el rostro de su amado, sus ojos brillando con una mezcla de alegría y anticipación.

—No puedo esperar a conocerlos, Torao

Law asintió, sus ojos llenos de emoción e ilusión mientras miraba a Luffy.

—Y yo

Luffy sonrió, abrazando a Law con fuerza, sintiendo el calor de su cuerpo traspasar la tela de sus ropas. Lo levantó con cuidado, sosteniéndolo por debajo de las rodillas, y lo llevó hasta la habitación que compartían. Sabía que la noticia no tardaría en expandirse, trayendo consigo a cientos de reporteros y a la gente del lugar para felicitarlos.

Cerró la puerta suavemente tras ellos y se dirigió al sillón en el rincón de la habitación. Se sentó y acomodó a Law en sus piernas, como si fuera lo más natural del mundo. Luffy tomó sus manos, mirándolas, y besó el anillo que brillaba en uno de sus dedos antes de besar el dorso de su mano. Luego se restregó contra él, aplastando su mejilla en el pecho de Law y respirando profundamente su aroma, dejando escapar un suave ronroneo.

—Hueles demasiado bien, Torao—una sonrisa traviesa surco de sus labios, dejando un beso en la clavícula de Law—. Supongo que esta es la razón de que últimamente olieras tan dulce y apetitoso—añadió, mirándolo con ojos brillantes—. Pensé que era porque llegaría tu rut, precioso. ¿Cuántos meses tienes?

Sus manos se movieron acariciando la cadera de Law con una y posándose suavemente en su vientre con la otra.

—Tres—suspiró Law, su voz temblando ligeramente—. Pensé que no podría tenerlo, tenerlos. Tantas pruebas negativas estaban acabando conmigo

Los ojos grises de Law se llenaron de lágrimas, que empezaron a rodar por sus mejillas. Luffy las limpió con sus pulgares y acercó su frente a la de él, susurrando palabras de consuelo antes de besar sus labios repetidamente, con una mezcla de urgencia y comprensión.

—Estoy tan feliz por los cachorros—murmuró Luffy contra sus labios—. No solo me has dado la oportunidad de ser tu esposo y amarte como te lo mereces, sino ahora me das la dicha de ser padre a tu lado, precioso. Mírame a los ojos, por favor—dijo, besando la punta de su nariz. Law lo hizo, encontrando en su mirada una profundidad de sentimientos que le hizo suspirar—. Con o sin cachorros, no cambiaría la forma en la que te miro y quiero. Estaría dispuesto a mover el mundo entero y pelear con él si te lastiman o están en tu contra. No hay nada ni nadie que me haga cambiar mi opinión sobre ti, mucho menos la intensidad con la cual te anhelo. Prometí darte todo lo que quieras, emperador, ¿Recuerdas?—besó ambas manos de Law con devoción—. Si mi esposo desea hijos, haremos todos los que tú quieras. Si quieres otro castillo, te lo daré, otro barco, otro auto, solo debes pedirlo, lindo Torao

EL ESPOSO DEL REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora