𝟎𝟗

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Luffy estaba sentado en la proa del barco, con el ceño fruncido y una clara expresión de molestia en su rostro. Movía las piernas de manera inquieta mientras el viento agitaba su cabello alborotado. Bepo, notando la tensión, tragó saliva nerviosamente. Sabía que Chopper debía estar igual de preocupado, especialmente después de la discusión que había presenciado entre Luffy y Law. Cuando este último se retiró enfadado y Luffy lo siguió hasta su camarote, Bepo sabía que las cosas no habían terminado bien; la puerta había sido cerrada con un portazo, aunque al menos no había sido arrojado por la borda del Sunny, como lo había amenazado.

El albino suspiró con nerviosismo y carraspeó para llamar la atención de Luffy.

—Alteza, me han confirmado que pronto estaremos desembarcando en Villa Syrup. ¿Hay alguna orden?

Luffy seguía con la mirada fija en el mar, pero desvió su atención hacia Bepo de reojo.

—Preparen el auto cuando lleguemos y revisen a Law. No sabemos si el viaje en barco le haya provocado mucho mareo. Aunque el trayecto en auto será más corto, no podemos estar seguros de cómo reaccione al movimiento

—Entendido, alteza—respondió Bepo con una reverencia antes de retirarse, dejando a Luffy solo.

Al caminar por cubierta, Bepo se encontró con Chopper, quien lo abrazó con fuerza. El moreno tenía un ligero rubor en sus mejillas.

—¡Este par me va a volver loco!—se quejó Chopper, suspirando mientras Bepo lo mantenía entre sus brazos—. Son unos idiotas enamorados. A veces pienso que son peores que Zoro y Sanji

Bepo asintió con la cabeza.

—Ni lo menciones. Son adorables a su manera. Estos meses van a ser agotadores para todos. Al menos podemos estar agradecidos de que el rey no decidió lanzar al guardia por los aires o mandarlo con Gold D. Roger o Law ahogándo a Luffy

Lo que menos esperaban al bajar del barco era el tumulto de personas en el muelle. Gritos eufóricos resonaban por todas partes; eran felicitaciones por el nuevo bebé. Law se tapó la nariz e hizo una reverencia educada. Saludó con la mano, y con la otra se cubrió la boca, tratando de evitar las náuseas.

Los guardias lo ayudaron a subir al auto. Luffy aún no bajaba y, cuando finalmente lo hizo, los gritos se hicieron aún más fuertes, casi ensordecedores. Law rodó los ojos y, a través de la ventana polarizada, vio cómo un grupo de mujeres y hombres se acercaban a él. Los rechazó de inmediato y una sonrisa burlona surgió en sus labios.

Al subir al auto, Law notó que llevaba otra ropa.

—¿Cómo te sientes? ¿Chopper te revisó?—preguntó Luffy, sentándose en el asiento frente a él.

Law solo asintió con la cabeza y miró hacia la ventana. Escuchó a Luffy suspirar y, por el rabillo del ojo, lo vio ponerse su sombrero sobre el rostro y acomodarse en sus brazos para dormir.

—Llámame si necesitas algo.

—¿Por qué pediste una limosina?—preguntó Law, cruzando las piernas.

—Pensé que sería mejor para ti, pero pedí traer mi auto. Puedo llevarte a donde quieras o, si prefieres, puedes usarlo. Deberías dormir, Torao; luces agotado. Serán dos horas de viaje, puedes dormir ese tiempo

Law asintió.

—Usopp me llamó y, al parecer, seremos los primeros en llegar. No estarás tan agobiado—añadió Luffy.

El auto comenzó a moverse, alejándose del bullicio del muelle. A través de la ventana, el paisaje verde se hacia paso, mientras Law se acomodaba en su asiento, intentando relajar su mente y su cuerpo.

EL ESPOSO DEL REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora