Mine | Jenlisa

Capítulo 24

Lisa's POV.

Me quedé boquiabierta cuando la sangre brotó del cuello del señor Steadhill.

ㅡ¿Qué diablos? ㅡjadeó Wonho a mi lado. Bajó la pistola a su lado, con asombro en su rostro.

Jennie dio un paso atrás, el frente de su vestido verde ya empapado en sangre. El escalpelo cayó al suelo con un estrépito.

ㅡJennie...

Corrí a su lado. Ella se tambaleó hacia atrás, agarrando mis brazos, y la atrapé. La sangre se acumuló en el suelo, y el ojo del señor Steadhill se quedó mirando fijamente a la nada. Él estaba muerto. Jennie se inclinó, vomitando aire. La sostuve por la cintura. Finalmente se estremeció y se levantó temblorosa. Ella miró a Wonho.

ㅡNo le diré a nadie.

ㅡJesús ㅡdijo Wonho sin alientoㅡ. Jesús.

Jennie tragó saliva, sus ojos volvieron a la sangre que aún goteaba de la mesa.

ㅡAhí ㅡle dije a Wonhoㅡ ¿Estás satisfecho?

ㅡ¿Qué hay de Susan Steadhill?

ㅡCreo... creo que su cuerpo está debajo del muelle de Santa Mónica ㅡmurmuró Jennie. Habló en voz baja, pero en la silenciosa habitación su voz resonaba.

ㅡ¿Él te dijo eso?

ㅡNo, pero cuando nos conocimos, él dijo que ahí era donde iban antes de su última pelea. No pensé nada de eso, pero... pero... ㅡsus dientes castañetearon, y todo su cuerpo se estremeció de nuevo. Ella no podía dejar de mirar fijamente al cadáver.

ㅡEstá bien ㅡle dije, acercándola a míㅡ. Está bien. Todo ha terminado ahora ㅡmiré a Wonhoㅡ ¿Cierto?

Wonho se lamió el labio, mirando primero el cuerpo y luego a mí.

ㅡPor supuesto. Sí.

Aparté a Jennie de la mesa del quirófano. La llevé a la sala de espera, fuera de la vista del señor Steadhill. Se hundió sin decir nada en una silla.

ㅡQuédate aquí. Ya vuelvo.

Su cara pálida me miró fijamente. Toda su fuerza parecía haberla dejado. Sus brazos colgaban flojamente a su lado.

ㅡVas a estar bien ㅡle dije, besando su frenteㅡ. Solo será un minuto.

La dejé allí sentada y volví a la sala de operaciones. Wonho había tomado un par de pinzas y estaba arrancando un molar de la boca del señor Steadhill. Metió el diente ensangrentado en un ziploc y se lo guardó en el bolsillo trasero.

ㅡGracias por la prueba. La próxima vez hazlo un poco más limpio, ¿de acuerdo.

ㅡSí. ¿Hemos terminado aquí? ㅡpregunté.

ㅡClaro ㅡdijo. Lo saqué de la sala de operaciones y me dirigí a la puerta.

ㅡNo puedo creer que ella lo haya matado ㅡmurmuró Wonho. Se estremecióㅡ. Sólo un corte de la hoja, y...

ㅡYo sí puedo creerlo ㅡle miré con el ceño fruncidoㅡ. La has incitado. Ella pensó que iba a morir.

ㅡSí, bueno, como dijiste, todo ha terminado ahora.

ㅡ¿Realmente la habrías matado?

ㅡ¿A una chica inocente? Tú me conoces, Lisa. Me encantan las caras bonitas.

ㅡClaro ㅡle dije. No sabía si le creía. Wonho era un profesional en ocultar sus pensamientos.

ㅡSin embargo, te habría matado a ti. No me mientas otra vez.