( II ) Oscuras Intenciones (BL)

Capítulo 30

Maddox

Corto otro mechón de pelo negro y me miro en el espejo, tengo el cabello más corto y rubio, sólo algunas puntas conservan el negro, más tarde voy a deshacerme de todo el negro.

Raphael me abraza por la espalda y deja un beso en el cuello, se me eriza la piel sólo por el leve contacto, está más animado ahora que me convenció de vivir con él, de todas formas tengo que esconderme de Dima y este es el lugar más seguro.

No voy a negar que se ve feliz de tenerme aquí, sin embargo, no puedo quitarme de la cabeza que algo pasa.

—¿Por qué estás de buen humor? —me gira y besa mis labios antes de contestar, este lado romántico de él es extraño, me hace sospechar aún más.

—Me reuní con tu hermana y mi abogado.

—Y eso te pone de buen humor porque… —deslizo las manos bajo su camisa, Raphael suspira y muerde mi labio inferior.

—Porque ya estamos arreglando tu problema. 

—Ah, ¿el problema que me causaste? —gruño jalándolo a la cama y dejándolo caer, Raphael me mira de arriba abajo, tener su atención es una maldita droga.

—Mmm… sí, ese.

—No creo que sea tan fácil, hice cosas, maté a Thomas, escapé de Iron Grills —digo colocando las rodillas a cada lado de su cintura para poder besarlo, Raphael desliza los dedos por mi cabello más corto y luego jala.

—No hay prueba de esas cosas, escapaste de Iron Grills por necesidad, porque descubrieron tu identidad y estabas en peligro, y ya te dije que nadie sabe lo de Thomas —me echo a reír levantando su camisa y besándole el abdomen.

—Eres jodidamente increíble.

—Lo sé —suspira—. Nadie puede filtrar información de Iron Grills y el director está debidamente comprado, lo arreglaré todo.

Me detengo y lo miro.

—Raphael, no pierdas el tiempo, quiero quedarme con el puesto de Dima —me acaricia la mejilla, luego los labios.

—Vas a tener que dejárselo a Alessio, no te quiero ahí.

—Tú querías ese puesto, ¿no vas a tomarlo tú? —se sienta y coloca las manos en mi cintura mientras me da un largo beso.

—No, mis prioridades se modificaron, ya no quiero ese puesto, ahora te quiero a salvo, sin estar escondiéndote por ahí, sólo falta que me deshaga de Dima.

—No, falta más que eso y lo sabes, las cosas no se resuelven como si nada.

—Déjamelo todo a mí, no te preocupes por nada —murmura contra mis labios tratando de entretenerme.

—Cariño…

—Maddox, déjame hacer las cosas a mi manera.

—Pero… —vuelve a besarme.

—Fierecilla, lo tengo bajo control —estoy a punto de besarlo hasta que escucho la voz de Azael del otro lado de la puerta.

—Pá.

Me bajo y enseguida voy a la puerta, Phil está ahí con Azael en los brazos y Patrick a un lado.

—¿Se portó bien? —pregunto mientras lo pasa a mis brazos, Phil se echa a reír.

—Sí, muy bien.

—Bien —murmura Azael con un puchero, al menos intenta decir eso, le doy un beso en la mejilla y me echo a reír.