Capítulo 36

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Maddox

Abro los ojos percatándome de que la luz me molesta, siento la boca seca y no puedo moverme debido a los amarres en las muñecas y tobillos, me duele la cabeza y también la mejilla, Enrico no está cerca.

Miro alrededor intentando identificar el lugar, es mi puñetero sótano, el lugar que utilizo en el casino para los desobedientes, ni siquiera voy a preguntar cómo es que ese infeliz conoce este lugar.

Intento zafarme, no sirve de nada, hice que atornillaran la silla al suelo por lo que mis posibilidades de huida no son buenas, patético, atrapado por mi propia trampa.

Enrico entra con una sonrisa más que alarmante, se me ponen los pelos de punta con un mal presentimiento.

—¿Qué esperas para matarme? Te recuerdo que Raphael está siguiéndote la pista y no demorará mucho en encontrarte cuando vea que falto —Enrico saca mi teléfono y lo mueve de un lado a otro.

—No vendrá, me aseguré de ello —luego lo tira al suelo y se acerca para darme un puñetazo, escupo la sangre que se me acumula en la boca mientras lo fulmino con la mirada.

—Vale, ¿cuál es la idea entonces?

—Dima —se me pone el pelo de punta sólo de imaginarlo, si Dima logra tenerme en sus manos otra vez no saldré bien parado, la tortura sería el mejor de los casos.

—¿Qué?

Enrico chasquea la lengua.

—Ahora mismo no tengo efectivo gracias a Raphael, así que voy a conseguirlo —sinceramente prefiero que me mate ahora mismo que tener que aguantar los juegos psicológicos de Dima y sus manos sobre mí otra vez.

—Raphael puede darte dinero, probablemente mucho más de lo que Dima te dará —hace una mueca, no entiendo el motivo, pronto me lo deja saber.

—No negociará conmigo aunque estés en peligro, conozco a los Williams, conozco a Raphael, no dará su brazo a torcer, es demasiado orgulloso. 

—¿Cuando?

—En unas horas —deja caer distraídamente—. La visita del Smirnov atrasó un poco mis planes, incluso yo sé que meterse con él no es lo más razonable.

—Dima también le teme, supe que quiso sacarlo de la organización, pero no pudo gracias al apoyo que tiene, Alessio es una fuerza a tener en cuenta.

—Ajustó cuentas con su mujercita, pero no pudo tocarle un puto pelo a él, Dima sabe lo que hace.

—Dima sólo es un imbécil.

—Un imbécil al que planeas quitarle el poder, sé sobre el anillo que le diste a Alessio, déjame decirte que eso fue muy atrevido de tu parte.

—¿Le dijiste? —gruño jalando los amarres, Enrico se echa a reír.

—Claro que le dije, eso me anotó un par de puntos.

Mis planes se irán al demonio gracias a este imbécil, si Dima obtiene pruebas de que Alessio planea traicionarlo estamos jodidos, eliminará a Alessio antes de que podamos hacer un movimiento.

—Ya que estaremos atrapados aquí por un tiempo háblame sobre la situación con el Mariscal.

—Ya te dije todo sobre eso —dice apoyándose en la pared.

—Hay cosas que no entiendo, ¿de quién era el bebé que Sandro mató y cómo no se dio cuenta del cambio? Hay cosas extrañas respecto a eso.

—No es difícil, pero no tengo ganas de hablar sobre eso.

( II ) Oscuras Intenciones (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora