Raphael
Muevo el cuello de un lado a otro tratando de destensarlo, los jadeos en la habitación me molestan, los gruñidos aún más, me siento frente a Maxim viendo su estado deplorable, tiene la camisa manchada de sangre, el labio roto y un moretón en el ojo, quizás tenga algunas costillas rotas, pero eso no fue a propósito.
—¿Perdiste la cabeza oficialmente? No soy tu enemigo —jala las cuerdas que lo mantienen sujeto a los brazos de la silla, no sirve de nada, se queda en el mismo estado.
—No es personal —menciono agarrando su teléfono y colocándolo frente a él para que se desbloquee.
—¿Y entonces, dónde está Sasha? —voy a los contactos y me pongo a leer buscando lo que quiero, me toma un tiempo verlo.
—Maddox está en casa y si te lo preguntas es un gran no, no sabe que te tengo aquí —Maxim suspira de alivio, pero toda la tranquilidad se va cuando escucha el timbre de su teléfono.
—¿A quién estás llamando con mi teléfono?
Dos timbres más y al fin puedo ver a la persona del otro lado.
—Maxim, te dije que… —se tensa al escuchar la voz de Alessio, el hombre se calla cuando me ve a mí en vez de a Maxim—. Raphael, que sorpresa, ¿Maxim te dio su teléfono para que me llamaras?
—No precisamente —Maxim empieza a respirar de forma agitada y tratar de salir de la situación con más energía, sí, definitivamente no está cómodo con que Alessio sepa su condición.
—¿Dónde está Maxim?
Miro al frente, él niega varias veces.
—Vamos, no hagas esto, no tienes que… —cambio la cámara para que pueda verlo, Maxim aprieta la mandíbula y Alessio no sabe dónde carajo meterse, se ve un poco rojo de la furia.
—¿Qué carajo estás haciendo? —me gruñe del otro lado, vuelvo a poner la cámara frontal y me levanto.
—Haremos negocios.
—¿Necesitabas hacerle daño para poder hacer negocios conmigo?
—Sí, no estarás aceptando hacerlo a las buenas, mi propuesta será no hacerle daño a tu amante o lo que sea tuyo —aprieta la mandíbula.
—¿Dónde está Maddox?
—En casa, no sabe de esto y ni te atrevas a decirle porque soy jodidamente capaz de matar a Maxim, no me provoques en vano.
—Sabía que no eras muy estable por Maddox, pero no sabía cuánto.
—¿Seguimos hablando sobre mí o vas a concentrarte en Maxim?
—¿Qué quieres?
—Tengo esto y quiero que lo uses —digo enseñando el anillo del Pahkan, Alessio se echa a reír.
—Tienes que estar jodiéndome.
—No, es muy en serio.
—No quiero ser Pahkan, si lo quisiera ya le hubiese hecho la guerra a Dima y no…
—¿Olvidaste que estoy con Maxim en una habitación a solas y yo llevo la ventaja? Debe tener unas cuantas costillas rotas.
—Otras personas podrían tomar ese papel, no tengo que ser… —agarro mi cuchillo y lo encajo en su muslo, Maxim se queja tratando de hacer el menor ruido posible, de todas formas Alessio lo escucha—. Para, no le hagas más daño.
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( II ) Oscuras Intenciones (BL)
Ficción GeneralSegunda parte de Malas intenciones. Perder, esa palabra desapareció de su vocabulario hasta que definitivamente perdió a Maddox por su estupidez. Decisiones cuestionables, una venganza inacabada, y encontrar a Maddox lo hacen acercarse a un Avtority...