Raphael
Estiro la mano intentando tocar a Maddox, no está. Abro los ojos y confirmo ese hecho, me siento en la cama mirando alrededor, está despierto y tomando de una botella de Vodka como si fuese el último día mientras mira su teléfono.
Me levanto y camino hacia él, hay un frasco de pastillas para dormir a un lado, le quito la botella y miro sus ojos levantándole la cabeza, sí, está jodidamente drogado, cayendo en un maldito pozo sin fondo, empecé así.
—¿Por qué no estás durmiendo? —deja su teléfono a un lado y humedece sus labios.
—Ya dormí lo que iba a dormir, ahora sólo hay que esperar a que amanezca.
—¿Y decidiste esperar juntando pastillas para dormir y alcohol?
—Ven aquí —dice palmeando sus muslos.
—No, vamos a dormir.
—Ven —pide otra vez lanzándome esa mirada de cachorro, no tiene el mismo aspecto de siempre, pero sigue funcionando, me coloco a horcajadas sobre sus piernas y deja un pequeño beso en mis labios, está jodidamente borracho—. Eres tan hermoso.
—Maddox, sigue tus propios consejos, no te conviertas en lo que te hicieron, no te gustaba mi personalidad, lo que hacía, sólo se hará peor.
—Lo siento —apoya la cabeza en mi pecho, suspiro acariciando el pelo oscuro.
—¿Qué sientes?
—Siento que no pudiese entenderte en ese momento, no sabía…
—No, mírame —gruño levantándole la cabeza, es extraño ser la voz de la razón por una vez—, yo no tenía la razón y muy en el fondo lo sabes.
—Bésame.
—Maddox…
—Vamos —agarro la parte posterior de su cuello y lo beso, deslizo la lengua en el interior de su boca llevándome el sabor del Vodka, la amargura de las pastillas—. Agárrate, Lyubov’.
Pongo los brazos alrededor de su cuello y los pies en su cintura cuando se levanta agarrándome con fuerza y camina a la cama, nos deja caer y comienza a llenarme de besos.
—Carajo, te extrañé —admite besándome el cuello.
—Entonces, ¿por qué no viniste antes a mí?
—Tenía que hacer muchas cosas —murmura besándome el pecho descubierto, el abdomen.
—Fierecilla —Maddox me quita el pantalón dejándome en ropa interior, estira su brazo hacia la mesa de noche y saca lubricante junto a un paquete de preservativos.
—Si no quieres esto es el momento para negarte —muerde el elástico de mi ropa interior y me mira, suspiro y cedo.
—Adelante —la quita con los dientes y luego lanza a algún lugar, no me gusta la situación, no es lo que acostumbro, pero…
—Lo hicimos aquella vez y no fue tan mal, ¿cierto? —Maddox desliza la lengua por la punta de mi erección y me levanta las piernas, lo que dice es cierto, pero estaba de espaldas sin tener que preocuparme por mis reacciones.
—Sólo hazlo.
Maddox se echa a reír esparciendo lubricante en su mano, acaricia mi pene haciéndome suspirar y luego baja, me tenso por reflejo.
—No tenemos que hacerlo si no quieres.
Aprieto la mandíbula, no soy un jodido cobarde, ya dije que lo haría y no pienso echarme atrás, lo empujo para que caiga a la cama, subo sobre sus piernas y lo miro.
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( II ) Oscuras Intenciones (BL)
Ficção GeralSegunda parte de Malas intenciones. Perder, esa palabra desapareció de su vocabulario hasta que definitivamente perdió a Maddox por su estupidez. Decisiones cuestionables, una venganza inacabada, y encontrar a Maddox lo hacen acercarse a un Avtority...