Raphael
Dejo que el agua del lavamanos se lleve la sangre, la hemorragia sólo empeora con el pasar de los días, tengo que hacer las cosas más rápido si quiero llegar al punto.
Me quedo sin tiempo.
Verifico que el uniforme esté limpio y salgo a la ceremonia, por fin me harán General y tendré un cara a cara con ese puto imbécil, sólo quisiera retorcerle el cuello y salir de todo esto.
Subo al estrado cuando me presentan, hablo un poco de tonterías sobre lo orgulloso que me siento del cargo, de seguir con la tradición familiar, puras sandeces. Mis abuelos están presentes y debo decir que no se ven contentos.
Bien, tenerlos irritados es mi placer.
Lucca me quita el rango actual y coloca el de General, le agarro la muñeca antes de que pueda alejarse por completo, la guardia reacciona dando un paso al frente, está muy bien cuidado, no es una sorpresa.
—Tenemos una conversación pendiente, Mariscal.
Pone atención a mi mano y luego me mira como si fuese un simple insecto, el último que me miró así terminó muerto y no fue hace mucho.
—Claro, podemos hablar en la sala de reuniones, ahora suéltame —obedezco sonriendo ladinamente, sigo en la gala hasta que ya no soy necesario y camino a la sala de juntas.
Lucca está sentado y hay dos guardaespaldas detrás de su silla, otros dos flanquean la puerta por la que acabo de pasar, no hay posibilidad en la tierra de que pueda hacer algo contra él.
—¿Y bien, de qué quieres hablar? Que sea rápido, soy un hombre ocupado —me apoyo en el respaldo de una de las sillas y lo miro con una ceja levantada.
—¿Por qué me querías tras Maddox si tu lo tenías? Eso sólo entorpecía tu… la cosa que tenías intentando encontrar a Dasha —se echa a reír y me mira como si fuese estúpido, en realidad me siento así porque tiene la ventaja.
—¿Entorpecerme? No, que va, mi intercambio con Dima ya estaba establecido, era Maddox por Dasha, pero no confiaba en él, con razón, así que moví una de mis cartas y resultaste ser tú.
—¿Y de qué sirvió? No me confirmaste específicamente que estaba vivo, no tenía un norte dónde buscar, no sabía que Dima lo tenía, así que ni siquiera me acerqué.
—Te equivocas en eso —arrugo la frente—. Estabas cazando, esa es tu especialidad, te dije que te daría a Dasha por Maddox y sabías que ella estaba ahí, estuviste escarbando en el lugar correcto, el problema fue que no sabías que Maddox estaba ahí también.
—No era necesario que…
—¿Qué le diera a Maddox? Claro que lo era, Dima lo quería, sabía que me jodería en el intercambio y por eso te puse en su camino, hiciste salir a Dima varias veces de su guarida, claro, admito que no fue suficiente, pero lo mantuviste ocupado.
—¿Y de qué te sirvió? —aprieta la mandíbula, supongo que no obtuvo los resultados que quería.
—Cierto, no pude sacarla porque Maddox decidió escapar repentinamente, pudo sacar a Dasha, pero no, escapó solo —resoplo con una sonrisa.
—¿Por qué sacaría a una mujer que ni siquiera conoce? Querías demasiado, a Maddox sólo le importaba su hijo.
—Debí dejarlos morir a ambos, no hubiese perdido tanto tiempo.
Lo fulmino con la mirada, luego cierro los ojos e intento calmarme, tengo que obtener una respuesta que me sirva, esta información no es útil, así que creo que no estoy haciendo las preguntas correctas.
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( II ) Oscuras Intenciones (BL)
Narrativa generaleSegunda parte de Malas intenciones. Perder, esa palabra desapareció de su vocabulario hasta que definitivamente perdió a Maddox por su estupidez. Decisiones cuestionables, una venganza inacabada, y encontrar a Maddox lo hacen acercarse a un Avtority...