Crossed Love ; 𝐁𝐢𝐥𝐥 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳

20 | 𝐄𝐱𝐚𝐦 𝐚𝐧𝐝 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐲.

Fue una noche excelente para todos... y bueno. Que puedo decirles de nuestros protagonistas... gracias al staff llegaron sanos y salvos al hotel, ahora todos estaban dormidos plácidamente en sus habitaciones.

¿Qué paso entonces con Tom y Zara? Nada, Zara obtuvo lo que quiso... el número del bartender, que ahora sabemos que su nombre es Oliver... Tom fue el único que perdió en esa fiesta.

Y no hablemos de Bill y Amber, bailaron hasta que sus pies no aguantaron más... pero con lo que no contaron es que había alguien que les tomó fotos, y no era una fan.

Oh, miren casi las 2:30 pm y nuestros niños no se levantan... pero alguien tiene que irse devuelta a su estado para hacer unos exámenes... si, nuestra Ro está profundamente dormida... fue la segunda más ebria de esa noche. No pudo quitarle el lugar a Gustav...

Amber

El estruendo provocado por una entrada violenta y repentina a nuestra habitación me hizo saltar de la cama. Mis ojos se abrieron de golpe, exactamente al mismo tiempo que las luces se encendían. Giré mi rostro en dirección a la puerta.

—Amber, debemos marcharnos –anunció Luis, protegiendo sus ojos de la luz intensa.

—¿Qué? ¿Por qué? –murmuré, mientras observaba la escena desde el refugio de mis sábanas, y revisé debajo de estas.

Agradecí silenciosamente que ya estaba vestida.

—Tus exámenes –informó Luis.

—¡¿Es una broma?! —exclamé, saltando de la cama y metiendo mis pies en unas pantuflas del hotel.

No tenía tiempo para cambiarme, solo necesitaba llegar a tiempo. Tomé mi teléfono y salí corriendo hacia Luis, tocándole el hombro al pasar y dirigiéndome hacia la salida.

—¿No piensas cambiarte? –preguntó Luis, mientras podía escuchar sus pasos apresurados detrás de mí.

—¡Ya estoy vestida, lo que me preocupa es el tiempo! –respondí en un grito.

Ambos corrimos hasta la salida del hotel. El conductor ya nos estaba esperando. El coche arrancó casi instantáneamente, avanzando a gran velocidad como si estuviéramos en una persecución. Afortunadamente, las calles estaban vacías... y llegamos justo a tiempo al aeropuerto. Al salir del coche, corrí a toda velocidad siguiendo a Luis hasta los Jets. Mientras tanto, en mi mente repasaba todo lo que vi en las materias y exámenes...

Una vez que bajé las escaleras para llegar a la pista, vi el Jet con la escalera extendida. Aumenté mi velocidad y, con un salto, subí la escalera. Di unos pasos más y entré.
Después de unos segundos, Luis subió jadeando y me desplomé en un asiento. Y fue entonces cuando recordé un pequeño detalle...