Crossed Love ; 𝐁𝐢𝐥𝐥 𝐊𝐚𝐮𝐥𝐢𝐭𝐳

15 | 𝐏𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚 𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚

Bill

Todos los chicos habían girado para verme, pero con el reojo noté que intentaban ser sutiles. Disimuladamente, desviaron la mirada hacia otro lado o simplemente la apartaron lentamente. Mi corazón se desgarró al pronunciar esas palabras. En realidad, en lo más profundo de mí, quería gritarles a todos que dejaran de entrometerse en la vida privada de los demás y se centraran en la suya. Pero, maldita sea... he sido un artista desde los 15 años, prácticamente esto es mi vida...

—Ohh, ¿tu amiga? –Preguntó con un tono juguetón... —¿Estás seguro de que no hay nada más?

—No, no... –Negué con la cabeza, esbozando una sonrisa más falsa que mi vida. —Es solo una amiga, nada más.

—Oh, claro... excelente. –Se alejó del respaldo del sofá. —¿Y qué me cuentas de ti, Tom? –Añadió.

—¿Yo? –Preguntó, buscando confirmación... no entendía por qué lo mencionaba.

—Sí, hay varias fotos y rumores de que has vuelto con Angela... –Levantó una ceja, mostrando su sonrisa.

—Oh, ¿en serio? –Habló, fingiendo obviamente no saber nada. —Bueno, sí, hemos vuelto.

Encogió sus hombros, acompañando el gesto con sus manos; maldita sea, que envidia y celos sentía de que él pudiera hablar abiertamente de con quién estaba... pero yo no, es una mierda. Sonrió y bajó los hombros al igual que las manos...

Nicolas

Levanté la vista del plato al escuchar como aquel estupido negaba por completo a Amber. Observé como se alejaba, notando como bajaba su rostro. Aunque intentaba disimular, era evidente que parpadeaba con frecuencia, seguramente para evitar llorar.

—Rory... –Murmuró Zara. A pesar de su tono bajo, logré escucharla, y estoy seguro de que Amber también...

Giré para mirarla, y ella me devolvió la mirada... rápidamente desvié la vista hacia la pantalla de la televisión... y ese desgraciado seguía hablando. Decidí ignorarlo y seguí comiendo...

—¿Por qué demonios dijo eso? –Pregunté, terminando de tragar mi comida.

—Probablemente lo obligaron... o le pagaron. –Hizo una pausa y llevó la comida a su boca, tragándola. —Una de las dos...

—Es un imbécil. –Afirmé.

—Sí, lo es... –Respondió, mientras abría su boca pude escuchar un pequeño "ahh".

Miré mi plato, mi hamburguesa a medio comer, las papas esparcidas por todo el borde del plato; realmente me sentía mal por Amber, pero, yo le había advertido que no me agradaban las vibras de ese tipo. Y ahora seguramente estaría llorando por él... ah, maldita sea; A mi mente venían muchas palabras que sentía que debía decirle a Amber, pero al mismo tiempo pensaba en aquel chico, tal vez Zara tenía razón, tal vez lo obligaron a decir eso... o tiene miedo de algo. Mis pensamientos fueron interrumpidos al escuchar como le preguntaban al de trenzas por algo... giré mi rostro y lo miré a través de la pantalla.