ᴍíʀᴀᴍᴇ ᴄᴏɴ ᴏᴛʀᴏꜱ ᴏᴊᴏꜱ

7

Ivana

La semana siguiente Bruno propuso aquella quedada de la que habíamos hablado y fuimos todos a comer. Estaba nerviosa de reencontrarme con los otros dos. ¿Qué me dirían? ¿Qué pensarían? ¿Seguirán queriendo llevarse bien conmigo?

–Espero que todo vaya bien.

–Va a ir bien –sonríe Dai–, y sino, tengo la navaja en el bolso.

–Y yo el puño –me mira mi novio.

–Nosotros si hay que pegar, pegamos eh –habla Liam por él y por Charlie.

–Yo soy más de patadas, pero sí –dice Charlie.

Nos adentramos en el restaurante que nos había dicho Bruno, y los vimos a los tres en una mesa. Mis nervios aumentaron. Cuando nos vieron se levantaron a saludar. Los tres con una sonrisa, el que parecía más nervioso era Saul. Tras eso, nos sentamos en las sillas.

–¿Estás bien? –le pregunta Clara.

–Sí, pero es que tener a Thor delante me da un poquillo de yuyu –mira a Iker, que se tuvo que reír ante la comparación.

–Soy inofensivo.

–Con ese brazo cualquiera lo diría.

–Estoy en buenas manos –reí. Mi novio estaba buenísimo.

–Hacía años que no nos veíamos –dice Pedro. Él también había cambiado bastante.

–Pues sí...

La verdad que éramos personas diferentes, pero el sentimiento era el mismo. Como si no hubiese pasado nada y con gente nueva. Saul nos contó sobre su experiencia en el reformatorio, el pobre salió con traumas de allí.

–Era peor que un colegio de monjas, tío. Te oían diciendo un taco y dios te salve, madre del amor hermoso...

–No, si quieres es como estar en tu casa con todos los privilegios del mundo. Es lo que tiene, cariño.

–Hombre, eso ya lo sé, no te jode. Lo que yo no me esperaba es que ni te dejasen respirar más de lo que a ellos les parecía.

Me encogí de hombros. No me daba pena, se lo tenía bien merecido.

–Pues creo que soy el único cuerdo de los tres –dice Pedro–, me vino bien alejarme un ratillo.

–"Un ratillo", procede a desaparecer dos años –suelta Bruno riendo. Los demás reímos también.

–Como artista, me vino de puta madre.

–Artista dice.

–Oye, estoy empezando, pero mal no lo hago –me mira.

–Me alegro –miré a mi novio, lo vi cómodo, así que me sentí tranquila por ello.

–¿Hace falta título para ser artista o que? –se ríe.

–Nadie ha dicho eso. Pero los artistas más que nada son los cantantes famosos, los pintores, los fotógrafos... etc.

–Bueno, yo soy un artista emergente, cuidao –se lo tomaba con humor, ofendido no estaba, y eso me hacía gracia.

–Sí, llegarás al Top 1 en España.

–¿Qué me das si llego? Dame tres años y te prometo que llego. Por mis santos cojones.

–¿Un masaje te sirve?

–En eso es buena –comenta Iker.

–Hombre, de puta madre. Con lo mal que tengo las cervicales.