ᴍíʀᴀᴍᴇ ᴄᴏɴ ᴏᴛʀᴏꜱ ᴏᴊᴏꜱ

20

Pedro

Se había tatuado mi canción. Mi canción. Era incapaz de sacarme de la cabeza lo que había hecho. Me sentía el tío más importante del mundo. Ya podía yo currármelo para Navidad, que iba quedando poco. Las joyas estaban muy vistas, y las cosas que ya le hacían ilusión la gran mayoría de veces le caían por parte de sus padres. Y yo quería hacer algo diferente. Ya pensaría el que, aunque tenía que tomármelo con menos calma. Las fechas se acercaban más rápido de lo que creía. Y me gustaría hacer algo especial para nosotros, para ella. Algo inolvidable.

Casualmente había visto unos anuncios de unos hoteles burbuja y creía que eso iba a ser muy buena idea. Un plan romántico e inolvidable. Quería hacerlo especial. Porque ella era especial. Creía fielmente en que ella era el amor de mi vida. Pedí especialmente al reservar una burbuja que dejaran pétalos en la cama con Champagne, y ya el regalo se lo daría allí. Un bolso de Guess.

Y lo es. Mi futuro con ella, a pesar de que era algo incierto al principio, pasó a ser el único que quería tener. Si no era con ella, me iba a quedar solo por el resto de mi vida.

–No hagas planes para navidad, niña.

–¿Por qué? –levantó la vista de su móvil para mirarme.

–Sorpresa.

–¿Qué vamos a hacer? Dame una pistaaaa.

–No. Simplemente llévate ropa.

Me sonríe con sus ojitos brillando. Esos ojos no los iba a encontrar en otra, no unos tan bonitos y que tuvieran esa mirada que me ponía de una forma que no soy capaz de describir.

–¿Otro viaje?

–No, yo soy original, no te voy a regalar lo mismo, morena.

–Pues ya lo averiguaré...

Estaba ilusionado con la idea. Estaba convencido de que iba a encantarle.

–¿Ya estás pensando en nueva música, Pedro? –me pregunto la madre de Ivana.

–Sí, pero tengo más cosas en la cabeza ahora mismo. Peero, os puedo adelantar que 2022 trae colaboraciones con cantantes o compositores muy bomba.

–¿Cómo cuáles?

–¿Conoces a Bizarrap?

–Claroooo –asienten las dos.

–Pues... me ha llamado.

–¿QUÉ DICES?

–Dijo que le interesa mi voz y que si me haría ilusión una session... Y bueno, pues yo que iba a decir –este era un gran salto a la fama.

–¡Pedro! ¡Eso es un notición! Va a ser tu salto a la fama.

–¡Eso pensé yo! –sonreí orgulloso–, he estado pensando desde entonces en la letra y como puedo manejarlo para montarlo.

–Estoy muy orgullosa de ti, amor –me abrazó con fuerza. Amor.

–Estoy muy contento –le correspondí sin poder dejar de sonreír.

–Veras lo bien que te irá de ahora en adelante –le sonríe mi madre.

–Espero que me llamen más artistas, si me ha podido llamar Bizarrap, creo que puedan reconocerme más y hacer que esto sea mucho mejor.

–Está claro.

–Prométeme que si empiezo a hacer conciertos vas a venir –la cogí de ambas mejillas.

–Si me invitas sí –sonríe.

–Te reservaría el recinto entero si fuera posible, pero me gustaría que viniera gente –reí.

–Te como.

Le di un beso en los labios mientras su madre miraba enternecida desde la cocina. No podía estar más feliz con ella en mi vida. Era todo color. Quería hacerla tan feliz que no quisiera irse. Quedarme con ella hasta que fuéramos con bastón. Derretirnos juntos de amor.

Ivana

Me traía mucha intriga lo que se traía Pedro entre manos. Qué de repente me dijera que no hiciera planes para navidad y que cogiera ropa para esos días me parecía extraño, pero me daba mucha intriga. Sabiendo cómo era él, definitivamente no lo olvidaría nunca. Seguro sería algo especial e inolvidable. Siempre pensaba en hacer cosas nuevas para no repetir nunca lo mismo, y si lo repetía, era porque yo le había dicho que me hacía ilusión volver. Lo hacía todo por mí. Era el mejor tío que había pasado por mi vida. Necesitaba mantenerlo en ella, porque sentía que ninguno más me iba a valorar como lo hacía él.

Por suerte, el tiempo pasó muy rápido y ya me encontraba con él en el coche yéndonos hacia el destino. Me hizo taparme los ojos hasta que estuviéramos en donde teníamos que estar. Me dejaba guiar de su mano, hasta que me quité las manos de los ojos y vi que nos encontrábamos en un lugar mágico. No podía creer donde me había traído a pasar navidad.

–Feliz navidad, morena.

–Te mato –miré todo al entrar, y al ver la decoración y un regalo en la cama lo miré.

–¿Qué miras? Ábrelo –rió.

Me acerqué a la cama y me senté y cogí el regalo entre mis manos. Fui desenvolviendo hasta encontrar un bolso de Guess hermoso.

–¡Me encanta! –me lancé a sus brazos.

–Vi que lo miraste y lo añadías a la lista de deseos cuando estabas en el sofá y quise cumplirte el capricho –me abrazó sonriendo.

–Pedro –lo miré–. Hazme el amor.

Me llevó hasta la cama para empezar a besarme y acariciarme por encima de la ropa. Ni siquiera me di cuenta de cuando empezó a quitármela, estaba demasiado hundida en su forma de besar. Tierna, apasionada, todo lo que te imaginas cuando piensas en lo perfecto que puede llegar a ser. Nos fuimos desprendiendo de su ropa mientras nos besábamos. No podíamos parar. Nuestras manos empezaban a acariciarnos calentando más el ambiente. Empezaba a hacerse de noche y el atardecer se asomaba por todas partes, dejándome verlo con los destellos anaranjados que producía el cielo. Tan tierno y tan bonito.

–Te amo.

–Te amo –me respondió mirándome a los ojos.