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Ivana

Junio de 2020

Ya se empezaba a poder salir con horario, y quedar en casas sin mucha aglomeración, así que invité a mis amigos a la piscina a mi casa. Llevábamos meses sin vernos y nos echábamos de menos, y así podríamos celebrar mi cumpleaños. Y veríamos la bebé de Clara, que nació en mayo y era una bebita super bonita. Tenía un mes. Pedro estaba encantado de que vinieran todos, tenía ganas de verlos. Moría de ganas de volver a estar como antes con ellos.

–¡Hola, familia!

–¡POR FIN! –me abalancé a Daiana.

Me abrazó muy fuerte, y luego los demás se unieron en un abrazo grupal.

–A ver esa cosita tan liiiinda que tengo como sobrina.

Ella me mira con los ojos muy abiertos.

–Es una niña preciosa.

–Tiene los ojos de su padre –sonríe ella, a lo que Saul también sonríe.

–¿Cómo estáis?

–Mejor que hace un mes, seguro –dice Charlie–, muerto a pajas.

–¿Tú follabas acaso?

–Hostia, lo que me acaba de soltar...

Todos nos reímos a carcajadas. Nos dirigimos a la piscina y de momento nos sentamos bajo la pérgola a la sombra en la mesa que tenía ahí. Algunos se fueron a la piscina, tirándose de cabeza como si fueran delfines. Uno de ellos, Pedro.

–Hostia tú, que buena está el agua... –dice poniéndose a flotar.

–¿Como de buena?

–Como la madre de Ivana.

Se tiraron Charlie y Saul después de decir eso.

–No me lo puedo creer.

–Yo menos –mi madre estaba asomada por la ventana de la cocina, riéndose.

–¡Os ha oído! –reí.

–NO JODAS –se gira Charlie horrorizado.

–¡Gracias por los halagos, chicos!

–¡De nada! –responden a la vez.

–Ivana... –lo miré–, es que lo mío sí que iba en serio.

–Mucha gente tiene un crush con alguna madre o padre de un amigo.

–Si pues como se me ponga tonta...

–Sueña.

–Uy, sí...

Me quité la ropa y fui al agua con Pedro. Charlie había salido. Se sumergió en el agua cuando me vio entrar y buceó en mi dirección. Pensé que se detendría delante de mí y saldría, pero en lugar de eso, me mordió. En el culo. Pegué un grito sin querer.

–¡¿Por qué coño gritas?! –se sobresaltó Liam.

–Tenemos un tiburón que muerde culos.

Pedro se rió a carcajadas ante el mote. Lo miré mal, me había dolido. Pero solo un poquito. Se acercó a mí oído y susurró.

–No gritabas tanto cuando lo hacía en tu cama.

–Calla. Sh –lo miré y miré después a nuestros amigos–. ¿Vosotros dos qué? –me dirigí a Liam y Daiana.

–Nosotros nos quedamos encerrados juntos y nuestra rutina era: comer, follar, dormir.

–Anda, como nosotros. Digo... nada. Atún.

ᴍíʀᴀᴍᴇ ᴄᴏɴ ᴏᴛʀᴏꜱ ᴏᴊᴏꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora