ᴍíʀᴀᴍᴇ ᴄᴏɴ ᴏᴛʀᴏꜱ ᴏᴊᴏꜱ

14

Ivana

Tenía a Pedro en la misma cama que yo y habíamos estado a punto de besarnos. Lo que yo no entendía era como podía ser que tuviera ganas teniendo pareja.  Lo deseaba tanto en ese momento que no me habría importado. Él generaba cosas en mi que yo no entendía, era algo tan carnal y tan fuerte que quería sentirlo cuántas veces pudiera. Estaba hecha un lío. Me desperté con las manos metidas en la camiseta de Pedro, acurrucada en su pecho. Él seguía dormido como un bebé, y no quería despertarlo. Tenía que hablar de esto con alguien, no era normal. Me puse el pantalón y bajé al salón, llamé por teléfono a Dai, esperaba que no estuviera molestandola. Sabía que estaba con Liam.

–Dime –no parecía ocupada. Genial.

–Estoy hecha un lío, Dai.

–Adiós… Cuéntame, nena.

–Deseo a Pedro.

–Hostias. Tiratelo.

–Estoy con Bruno, joder.

–Tal vez Bruno ya no te atrae como antes.

–No, me sigue atrayendo, pero con Pedro hay algo mucho más profundo.

–... A ver… O sea, ¿me estás diciendo que te quieres follar a Pedro antes que a Bruno?

–Dai, con Bruno ya he follado, y muchas veces, pero Pedro…

–Pero con Pedro te palpita más el coño.

–Ahora mismo sí.

–A ver, normalmente no estaría de acuerdo contigo, pero…

–Lo estás.

–Y tanto. ¿Qué es lo peor que podría pasar?

–Que no me gusta poner cuernos.

–Y sentirte tan atraída por un hombre y sufrir porque no te lo puedes tirar sí te gusta, ¿no?

–No.

–Pues… Mi abuelo solía decir: “Todo es legal hasta que te ven”.

–Y es que encima Bruno ya no tiene ese acercamiento conmigo. Siento como si fuera fea para él, sé que no es así, pero no sé.

–Yo creo que le has dejado de atraer.

–Paso de rayarme.

–Soy tú señal. Tiratelo. ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Que le cojas gustillo? –se ríe.

–Ay, no me tientes que tengo nooovio.

–Si tienes novio no deberías sentirte tentada –zasca.

–Tienes razón.

–Yo me lo tiraría. Bruno ya no te conviene, siento decírtelo.

–Veré que hago.

–Ve contándome, reina.

–Sí, guarra. Ve a follarte a tu novio y calla.

–Adiós, asquerosa –colgó riendo.

–Buenos días –oí a Pedro detrás de mí, ¿cuánto tiempo llevaba ahí? ¿Lo habría escuchado?

–Hola –lo miré.

–Hola.

Le sonreí y me quedé mirando el móvil. Hasta que vi la noticia de que se había cancelado el festival donde íbamos a ir todos en mi cumpleaños. No me jodas tío…