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Ambas nos despertamos y salimos de la caja, ¿aún no habiamos llegado?
Intenté destrabar la puerta del camión, la cual no podía abrirse.

— ¿No tienes nada filoso? —pregunté, Hanni se acercó a una caja y sacó una navaja.

— Gracias —intenté abrir, y luego de hacer mucha fuerza para destrabar la puerta, esta se abrió de par en par.

— ¿Dónde mierda estamos? —preguntó Pham, me quité una chaqueta y se la dio a Hanni—, sino te van a reconocer, nena.

— Gracias.

Salimos y estábamos en un tipo de lugar donde guardan camiones, nos dedicamo a caminar muchas, en serio, muchas cuadras, siguiendo una ruta. En eso, un coche pasó y frenó a nuestro lado.

— Hola, bonitas, ¿dónde se dirigen?

— Sólo dígame donde estamos.

— Estados Unidos.

Miré a Hanni, ¿en qué momento nos habiamos subido a un avión?

— ¿Qué parte?

— Miami, linda.

Yo solo pensaba en "qué mierda" y en cómo habiamos acabado en los Unites States from America.

¿Dónde van? —preguntó Pham, ya siendo ella más confianzuda y apoyándose en la ventanilla, la cual estaba baja.

— Aquí a una fiesta, ¿se apuntan?

Yo miré dentro del coche, manejaba un chico, habia otra chica de acompañante y atrás habia otra chica.

— Va —dije y tomé a mu "no novia" del brazo para subir al coche, husmeé mis bolsillos y tenía mi móvil, en tal, tenía miles de mensajes, de los cuales no contesté.

Subimos al coche y nos sentamos al lado de la otra gente.

— ¿Cómo se llaman? —preguntó quien manejaba, él veía por el espejo retrovisor.

Miré hacia afuera, hacía calor en Miami, pero era de noche, tenía tantas dudas.

— Somos Minji y Hanni —respondió Hanni—, oh, ¿de Corea del Sur?

— Sí —la australiana sonrió.

— ¿Y cómo llegaron a norteamerica?

— Me escapé de la cárcel —la chica fue muy sincera, el chico de adelante rió.

— No bromees —la australiana se calló—, ¿cómo, en serio? ¿Qué hiciste o qué?

— Intenté matar a alguien, no estoy loca, pero pensé que me iría a la cárcel si ella moría, entonces intenté matarla anonimamente.

— Y fracasó y terminó en la cárcel —añadí, el chico asintió.

— Yo estuve en un calabozo por una noche o dos, me descubrieron vendiendo marihuana en un mall.

Hanni sonrió—, ¿cómo se llaman?

— Soy Bangchan —dijo el conductor—. Soy Jennie —dijo la que estaba de acompañante—. Y yo soy Jisoo, soy su novia.

— Un gusto —dijo Hanni, Jisoo la miró y le ofreció un cigarro—, ¿quieres?

— No fumo, gracias.

— ¿Vamos a la fiesta o las llevo a otro lugar? —dijo el tal Bangchan, alcé los hombros—, a la fiesta, no tenemos donde ir.

— Si nos caen bien, hacemos pijamada —dijo Jisoo sonriente y Hanni sonrió, el hecho de que se suban al coche de un desconocido era aterrorizante, pero eran buena gente.

Paparazzi } bbangsaz [au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora