Pomegranates and bones

8. Luz y Oscuridad

–¡¿Cómo que estuviste en el inframundo?!

Quackity suspiró, esperaba que contándole a Roier pudieran sentirse más relajados.

–Roier no pasó nada de verdad.

–Quackity lo que me dices es muy grave, ¿acaso Hades fue quien…?

–Él ni siquiera sabía que estaba ahí, por mi culpa suspendió todas sus actividades y mandó a sus jueces.

–Es lo menos que puede hacer, después de atarte a él con su trato todo pendejo.

–Ya no siento que sea así…

–¿A qué te refieres?

–Lusu dejó muchas veces en claro que podría librarme del trato cuando quisiera y nunca ha intentado obligarme a nada.

–Es porque solo quiere engañarte Quackity, todos los dioses son así. Actúan como si les importaras y después…

–No creo que él sea así… ¿Te ha intentado obligar a algo más?

–Bueno… su juez ese guapito me pidió ir…

–¿Lo hizo?

–Si… dijo que sería bueno que aprendiera algunas cosas para ti.

–Pero no te obligo, fue una sugerencia.

–Dejame ser mal pensado, ojo de loca nunca se equivoca.

–Ese es el asunto Roier, ¿acaso alguna vez hemos escuchado que Hades haya torturado y obligado a alguien a estar con él como Zeus o Poseidón?

–Pero qué comparaciones, por supuesto.

–Dilo.

Quackity frunció su ceño, mirando a su amigo.

–Quieres que lo diga, lo diré. Esa vez que…

Se quedó en silencio.

–Decias.

–Si y esa cuando… y no olvides que…

El joven dios suspiró, dejándose caer en su cama.

–No tenemos ni siquiera razones para odiarlo Roier.

–Pero Quackity es Hades, el dios más malo de todos.

–O tal vez eso es lo que nos han estado vendiendo todo este tiempo. Además Spreen ya aprobó mi trato.

–¿Qué hizo que? Ese mal amigo.

–Tal vez… sea lo mejor, quiero demasiado a Spreen y no quiero que se meta en problemas por mi culpa con el Olimpo. Solo piensalo Roier, estar bajo el cuidado de Hades puede que no sea malo, es el dios de este territorio, uno de los seis y un rey. Siempre y cuando ningún otro dios que no sea de sus dominios se entere de mi existencia todo estará bien.

–¿En verdad confiarás en él?

–Quiero poder confiar por primera vez en un dios que no sean mis amigos.

Roier suspiro sentándose y toma su mano.

–Si tu confías en él, yo también lo haré. Pero si se atreve a hacerte daño se las verá conmigo.

El chico sonrió apretando aquel agarre.

–Gracias Roier.

🌿🔥

–Mírate nada más, creo que el toque mortal no queda contigo, calabacita.

Quackity suspiro, era su día de descanso y a primera hora se encontraba Jschaltt en puerta llegando con un ramo de rosas, rosas que tuvo que recibir Roier debido a su pequeño problema.