13. La reina

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La celebración fue un éxito total y una agradable experiencia para Quackity, Spreen y Roier, fue sumamente divertido pasarla con amigos junto a Missa, quien les explicaba a lujo de detalle en que consistió, más aun cuando llegó el momento, ver como todas esas almas ascendían como si fueran luces adornando aquel oscuro cielo.

Quackity tuvo que ir adentro para buscar algo que había olvidado, Roier iba a acompañarlo pero prefería que se quedara solo, Missa le dijo que pronto iniciara el baile y debía estar presente al ser uno de los dioses, por lo que entro notando aquellos lujosos y oscuros pasillos deteniéndose y recordar su sueño. Ese sueño que no lo dejaba tranquilo y siempre estaba presente, ciertamente aquellos pasillos le recordaban a los de su sueño, recordando la voz de aquel hombre llamando rey.

–Solo debe ser una coincidencia.

Soltó una risa divertida, iba a regresar pero se detuvo frente al espejo mirando aquel reflejo extendió su manto ocultando un poco de su divinidad, manteniendo sus alas las cuales ya no brillaban como el oro y se retiró aquella hermosa tiara. Recordando como el mismo Hades continuaba ocultando su verdadera apariencia junto aquel manto oscuro adornando sus manos, se preguntaba que había debajo de toda esa oscuridad, ¿por qué Hades no mostraba sus manos?

Pero todos esos pensamientos se vieron interrumpidos.

–Oye tu.

Reaccionó girando su cabeza, encontrándose con un hombre sumamente hermoso.

–¿Yo?

El hombre lucía molesto, acercándose en forma agresiva.

–Si a ti te estoy hablando, a quien más. Debes ser nuevo, nunca te había visto por aquí, como sea ¿dónde están los inútiles de los jueces? Le deje bien en claro al idiota Cellbit que asistiria, pero veo que no tuvo ni siquiera la dignidad de avisarle a mi niño de mi llegada.

–No creo que sea correcto que insultes así a los jueces…

–Y tu que vas a saber niño –frunció su ceño, soltando una risa divertida– O es que te metiste ya con ellos, aunque se me haría raro. Bagi es una perra lesbiana, Missa es un gilipollas enamorado de Hécate que es claro que nunca tendrán algo más, pero Cellbit. Ya veo –soltó una risa divertida.

Quackity frunció su ceño, no le estaba agradando aquel chico, más por insultar a sus amigos.

–Esto es tan divertido, enamorado del imbécil ese. Bien, te daré el honor de escoltarme, mi niño debe bailar el primer baile conmigo como todos los años –se miró aburrido las uñas.

–¿Tu niño?

–Claro eres nuevo, dios odio a los nuevos sirvientes se lo dije. Mi nombre es Auron y soy la pareja de Hades.

Aquello dejó sorprendido al menor, quien sintió un tirón dentro suyo sin saber bien la razón.

–Hola, estoy esperando.

Quackity suspiro resignado.

–Por aquí…

–Finalmente, parece que tenías que pedirle con mucho esfuerzo a tu cuerpo moverte, se nota que no eres muy listo.

Ignoro esos comentarios caminando hasta aquella celebración, en donde Missa lo esperaba en la puerta.

–Quackity –le sonrió, pero su sonrisa se esfumó al ver a Auron.

–Hasta que uno de los tres se digna a venir, ¿Cellbit no les dijo de mi?

Missa tosió su boca, tomando el brazo de su amigo, quien le miró confundido, al sentir un tirón y notar cómo el juez lo acercaba más a él, formando una falsa sonrisa.

Pomegranates and bonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora