El día menos esperado llegó, a pesar de haber vuelto al trabajo sintiéndose un poco mejor por las palabras del castaño. Quackity no estaba del todo seguro querer dejar esto por un matrimonio que nunca aceptó, utilizar aquella flor que le había dado Luzu usándolo con sus poderes para que no marchitara, había hecho un gran avance gracias a las lecciones de los dioses del inframundo.
Sería aquella noche, suspiro con pesadez esperando lo mejor para sí. Apolo ya no se había presentado, cosa que lo ponía más nervioso.
–Te verás magnífico con esto –comentó Vegetta, colocando aquella diadema de flores preciosas en su cabello– Un príncipe y dios debe estar siempre orgulloso de serlo.
–¿En verdad tengo que hacerlo?
Hera suspiró, notando la tristeza en los ojos del chico, podía entender ese sentimiento, por lo que tomó sus manos dándole un suave apretón.
–Se que estas confundido y con miedo, pero creeme que el matrimonio no es tan malo.
–¿Lo amabas?
–Lo hago aún, a pesar de todo hay una parte mía que aún lo ama. Pero tu historia no tiene que ser la mía, chico. Tú puedes llegar a ser mucho más feliz que cualquier.
–Tengo miedo.
–Es normal, pero te aseguro que cuando lo veas, entenderás nuestra decisión. Es hora de encontrarte con tu prometido.
Roier y Spreen, junto a Carre esperaban a su amigo. Tal como el dios de la caza había prometido, los otros dioses se encontraban presentes apoyando aquel compromiso. Era de noche en el Olimpo, los Olímpicos se mantenían presentes entre ellos Apolo con aquella amargura, Quackity se encontraba en la sala en compañía cercana a Hera, cubierto de un velo llamando la atención de todos los dioses presentes, Démeter no estaba presente, ya que no deseaba conocer el destino de su hijo o al menos eso creían.
Un suave ardor se hizo presente en aquella marca del chico, sorprendiendose de ver cómo está desaparecida, se sintió triste y vacío. El saber que no ya no habia nada que los relacionara, esperando por que esta tortura terminara. No fue hasta que los dioses comenzaron a murmurar entre ellos llamando la atención del joven, quien se vio sorprendido al ver como los dioses oscuros se hacían presentes uno a uno. Hasta terminar en Philza, quien le dedicó una sonrisa divertida.
Quackity sabía que aquellas deidades evitaban el Olimpo a toda costa, solo pocos iban y venían, pero tampoco creían que vinieran solo por él, por mucho que les hubiera caído bien, no harían algo como esto, pero uno a uno bajaron su cabeza apareciendo Hades, los dioses del Olimpo se mostraron horrorizados ya que Luzu se imponía con aquel rostro serio y esos ojos carmín brillante, mientras iba acercándose hasta Hera y Perséfone.
Vegetta miró con una sonrisa a su amigo, entregando la mano del chico, quien le miró confundido seguido de ver al hombre frente suyo, quien la tomó.
Luzu descubrió su rostro con una suave sonrisa, admirando el rostro asombrado de Quackity, quien finalmente se había dado cuenta de todo. Roier cubrió su boca sorprendido al igual que su amigo, pasando su atención a Spreen, quien lo guió junto a Carre y los otros dioses hasta donde estaban Philza y los demás, dejando sorprendido a Apolo al enterarse que su hermano gemelo lo había traicionado de esa manera.
Zeus apretó la mandíbula, ya que incluso Rubius al reconocer al chico sonrió divertido uniéndose a aquel voto. Haciendo el recuento era más de la mitad los que apoyaban dicha unión, ya que Hefesto y Ares apoyaban la decisión de su padre. Ahora Willy no podría negarse a lo obvio, suspiro con pesadez.
–El inframundo y su rey, se presentan para darle la bienvenida a este compromiso tan esperado entre el dios y rey Hades con el príncipe y joven dios Perséfone. El Olimpo y el inframundo se regocijan de alegría por tal deseo que ambos sean felices. Celebremos nuestras respectivas uniones.
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Pomegranates and bones
RomanceYa todos conocen la historia de como Hades Dios y rey del inframundo capturó y secuestró a la pobre diosa Perséfone, hija de la diosa de la cosecha Deméter. Como por bendición de Zeus, Hades en busca de esposa se fijó en su sobrina, en un solo descu...