20. Juicio divino

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–¡Hades acaso has perdido la cabeza! Amenazarnos y ese acto tan...

–Estoy haciendo lo que ustedes tanto Poseidon, como tú no han podido ser capaces, proteger, cuidar y honrar a su reina. No voy a seguir sus mismos pasos y deshonrar así, a mi reino y mi futura reina.

–Él aún no es...

–Lo es, desde que Hera nos dio su bendición y en el inframundo, Perséfone se ha vuelto ya parte de nosotros. Por eso mismo exijo que se lleve a cabo este juicio de la forma más justa posible.

–Perséfone –interrumpió Vegetta tranquilo– Puede decirnos su versión y todo lo que quiera decir en contra del dios Apolo.

Quackity asintió, mirando a Luzu, quien le dio un suave apretón mientras caminaba hacia el centro solo mirando a aquellos dioses.

–Apolo y yo somos amigos desde hace tiempo, su hermano Artemisa es con quien mejor tengo relación. Pero desde que eramos jovenes Apolo siempre continuaba insinuandome de casarme con él.

–Eso era solo...

–Apolo no interrumpa a su majestad Perséfone –hablo fríamente Hera– Una disculpa y prosiga.

El chico asintió.

–Como decía él siempre quiso que me casara con él, mi padre siempre negaba aquello llegando a hacerle crecer raíces, ya que sus deseos para mi eran diferentes. Pero sus propuestas no eran tomadas en serio, eramos solo unos niños, creia que era solo eso un capricho tonto infantil. Pero conforme pasaba el tiempo se hacía mucho más insistente, no fue hasta que Artemisa y yo llegamos haciéndonos pasar por humanos a los territorios de Hades.

–¿Por qué haría algo tan vulgar como eso? –preguntó Willy, el chico suspiro.

–Desde que tengo memoria solo he visto y he convivido en el territorio de mi madre, deseaba conocer lo que en verdad era bueno. Por eso inicie una vida siendo mortal en los ángeles, ahí fue donde conocí a Hades –se giró mirándole con una sonrisa, volviendo a ver al resto– Él ha sido el primer dios ajeno que me a mostrado lo que en verdad significa ser un dios, me extendió su mano desinteresadamente sin motivo escondido, no hubo propuestas de matrimonio forzadas, todo era tan natural... Me ofreció apoyo y esa ayuda que necesitaba, iniciando por darme un trabajo común con mi vida humana. Pero Apolo se enteró y a pesar de intentar explicarle, no quiso escuchar para nada.

Un largo suspiro dio.

–Él creía que Hades me había engañado, el trato que tenía con él no era nada horrible, era algo sumamente normal. Consistía en ayuda y estabilidad.

–¿Y a cambio de qué Hades?

Luzu miró fijamente a Willy sabiendo que buscaría cualquier aspecto para librar a su hijo, volviendo a ver al menor, quien hasta entonces no sabía qué era lo que estaba dando.

–A cambio de la compañía de Perséfone mientras el trato era vigente –confesó dejando a todos sorprendidos, incluso Quackity lucía sorprendido entendiendo ahora porque parecía como si fuera atraído hacia él y el haber llegado aquel día de sorpresa al inframundo, era su pago.

–Mientes.

–¿Por qué debería? El trato acabo cuando el compromiso terminó, ya que su compañía sería mía sin un trato de por medio al casarse conmigo.

–¿Por qué alguien como tú se conformaría con un simple tiempo de este niño?

–Por que... –miro fijamente a aquel joven dios– Yo estoy enamorado de él, desde el primer momento que lo ví supe que no habría nadie más para mi.

Pomegranates and bonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora