Capítulo 21 Dolor II

49 2 2
                                    

Capítulo 21 Dolor II

La tormenta en el interior de Elsa no menguaba, tiempo atrás juro que nadie la vería llorar, en cambio, ahora no le importaba dejar que las lágrimas abandonaran sus ojos frente a su hermana y su acompañante, dejó salir las emociones que estaban atascadas en su pecho. Deseando poder regresar tan solo unos minutos atrás y poder decirle todo lo que sentía a Hans, pero sabía que era imposible. Lo había perdido. Lo había perdido para siempre.

Esto es irreal. Él aún está vivo.

Se obligaría a sí misma a ser valiente. Debía hacerlo, aunque al cerrar los ojos lo veía nuevamente con vida y eso le destrozaba el alma.

El poseedor de esos hermosos ojos verdes nunca más volvería a desafiarla con sus provocativas réplicas y sus inteligentes opiniones. Su sonrisa burlona y su humor la cautivaron como nadie más podría hacerlo pese a que en un principio se negara a aceptarlo. Él, inconscientemente, la liberó de las expectativas que se habían acumulado sobre sus hombros tras la muerte de sus padres, brindándole un futuro que nunca podría haber imaginado. En ese momento no podía pensar siquiera en casarse porque no podía amar a nadie más que a él, ahora lo tenía claro.

¿Por qué la vida tenía que ser tan cruel? ¿Porque tenía que verlo morir para entender lo que siento?

Se llevó su corazón con él, ese helado corazón que una vez pensó que nunca podría ser capaz de amar y que todavía latía salvajemente en su pecho. Le ardían los ojos y sentía un nudo en la garganta como si estuviera a punto de cerrarse. Había arruinado su única oportunidad de ser feliz, su única oportunidad de tenerlo como compañero.

No podía dar crédito al hecho de que jamás volvería a verlo, se aferró a su cuerpo inerte, depositó un beso en su frente, se mantuvo así por sabrá Dios cuánto tiempo, y no fue hasta que escuchó el débil murmullo de la voz de Hans llamándola por su nombre que el ir y venir de sus pensamientos culposos se detuvieron. En ese momento creyó que estaba volviéndose loca.

¿El dolor era tal que la hacía alucinar?

Levantó un poco la cabeza en dirección a Hans y pudo ver que sus ojos estaban tratando de abrirse con dificultad. Su corazón se aceleró y sintió cómo su cerebro se entumecía ante ese hecho.

—¿Hans? —preguntó, con voz temerosa de que solo fuera una alucinación.

—Elsa —dijo, y de inmediato trató de levantarse poco a poco, quedó a la altura de ella y pudo ver la tristeza reflejada en sus ojos y sintió su corazón estrujarse por haberle causado ese dolor.

—¿Esto es real? ¿no es un sueño? —preguntó, aún sin poder creérselo.

Elsa llevó una mano al rostro del príncipe, acarició su mejilla tratando de convencerse a sí misma de que todo era real y sonrió cuando se dio cuenta que de algún modo había logrado contrarrestar su magia y descongelarlo. Lo abrazó. Lo abrazó y sintió cómo él le devolvía el abrazo con más fuerza. Lo abrazó sin temor a demostrar sus sentimientos, sin importarle que dirían su hermana o Kristoff.

....

Hola, les vengo a dejar este capítulo cortito, pronto otro capítulo.

¡Nos leemos!

El Frío de tu corazón (Helsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora