Capítulo 16 No te amo.

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Capítulo 16 No te amo.
...

Anna no podía dar crédito a cómo había personas que estaban alborotando a los pacíficos ciudadanos de Arendelle para linchar a su hermana. Con ayuda de Kristoff y los soldados, los mantenía a raya con la promesa de que la reina encontraría pronto la solución para ese eterno invierno. A pesar de todo el ambiente pesado y los malos comentarios de los hombres del duque, los guardias de Arendelle seguían cumpliendo su trabajo: proteger a su reina.

—Tranquilízate, Anna… Elsa encontrará la solución —le animó Kristoff.

—Lo sé, pero… todo es culpa de ese estupido —le dijo sin dejar de ver a Hans en el gran salón coquetear con algunas de las invitadas.

—Es patético, ¿no? —se burló Kristoff.

—Lo único que me alegra es que pronto será una jodida estatua de hielo y la partiré en miles de pedacitos.

—Oye calma ese instinto asesino —respondió, divertido.

Hans llevaba toda la mañana intentando enamorar a cuanta mujer se le cruzara en el camino sin tener éxito y estaba comenzando a desesperarse.

—Maldición —dijo en un susurro y sintió que alguien le tocaba el hombro, se giró y se percató que se trataba de una mujer.

En un inicio se alegró pero al ver bien de quien se trataba se decepcionó.

—Tú, no… estás casada ¿cierto?

La joven enarcó una ceja.

—Soy la princesa Rapunzel del reino de Corona, por cierto —dijo molesta y él intentó pasar de ella—, es denigrante lo que estás haciendo.

—¿Disculpa?

—Anna ya me contó lo que está pasando y dejame decirte algo —él rodó los ojos por lo boquifloja de la princesa—, no puedes forzar el amor, eso es algo natural… no puedes simplemente ir por ahí coqueteando, ¿acaso no sabes lo que es el amor verdadero? —él resopló, estaba harto de escuchar la palabra amor.

—Seamos sinceros princesa, eso no existe, son solo cuentos de hadas para niños… solo debo encontrar a alguien que se enamore de mí y me dé un beso de amor verdadero —dijo eso último con burla.

—Si piensas de esa manera jamás va a funcionar ¿no te das cuenta? —él alzó los hombros—, para que el beso resultase los dos deben amarse, comprenderse… no es solo besar por besar… tienes que..

Él alzó la mano pidiendo silencio.

—Basta princesa, yo sé lo que hago, no necesito sus consejos.

—Por lo que Anna me contó creí que Elsa y tú se querían o que al menos se agradaban pero con esto me doy cuenta de que no es así. ¡Qué lástima! —al decir esto se alejó y Hans se quedó callado sin saber qué pensar.

A pesar de todo, Hans estuvo en el Gran Salón siguiendo su cometido por un rato más, sin embargo, las palabras de la princesa no dejaban de hacer eco en su mente preguntándose si tal vez tuvieran un poco de razón y entonces una locura vino a su mente y tal vez estaba buscando en el lugar equivocado y su solución estaba frente a sus ojos.

Decidió dejar el salón y dirigirse a la habitación de Elsa, tocó y nadie respondió, tomó el valor de abrir la puerta, entró y la encontró levantándose del suelo y cerrando su baúl con evidente nerviosismo. Con unas cartas en la mano que pronto escondió detrás de ella.

—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Por qué entras sin mi permiso? —le reclamó enojada.

Él cerró la puerta detrás de sí.

El Frío de tu corazón (Helsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora