Capítulo 5 Libre
Corrió por el pasillo, con el cuerpo entumecido por el miedo y el horror, sin escuchar nada más que los latidos de su propio corazón. Con manos temblorosas, abrió las puertas y salió al patio. Y Para su horror, multitudes de personas estaban de pie allí, y en cuanto la vieron comenzaron a aplaudir.
No, no, necesito estar sola.
—Ahí está ella —decía un pueblerino con alegría.
—¡Su majestad!
—¡Larga vida a la reina! —dijo la multitud.
Corrió a través de la multitud temblando, pero dondequiera que volteaba había alguien felicitándola, pero sus rostros estaban pasando lentamente de la felicidad a la confusión. Una mujer y su bebé se le acercaron.
No obstante, al ella recargarse sobre la fuente el hielo salió de sus manos congelando la estructura, haciendo retroceder a los habitantes.
En ese momento el duque de Weselton junto a sus guardaespaldas salieron por la puerta en su búsqueda.
—¡Ahí está! ¡Deténganla!— ordenó el duque.
—¡No, por favor! ¡Aléjense de mí! —pidió la reina, levantando las manos pero de sus manos salió un rastro de hielo que cayó cerca de los pies del duque haciéndolo caer y al instante él lo tomó cómo un ataque.
—¡Monstruo! ¡Monstruo! —la señaló con dedo acusador.
Comenzaron a caer copos suavemente, y el aire se enfrió. Mientras Elsa se abría paso entre la multitud, escuchó a Anna gritar su nombre detrás de ella. Su cabeza y su pecho palpitaban mientras se obligaba a seguir corriendo, para poner distancia entre Hans y Anna.
No quería volver a lastimar a Hans y mucho menos a su hermana.
Su voz cada vez más fuerte a medida que corría, de pronto se dio cuenta que había llegado al final de su posible camino, ahora estaba parada a los bordes del inmenso fiordo que rodeaba Arendelle, dio un paso al frente y en lugar de sentir agua sintió hielo. Notó que se endurecía y soportaba su peso. Tragó saliva, miró hacia arriba y corrió sobre el agua, el hielo y la nieve se formaban a cada paso que daba, dejando un copo de nieve brillante a su paso. Los gritos de Anna le desgarraban el corazón, haciendo que sus piernas se debilitaran, pero, de alguna manera, siguió adelante. Al llegar al final del fiordo, se enfrentó a las montañas y a los árboles altos que se elevaban hacia el cielo nocturno, ahora cubiertos con una fina capa de nieve. Corriendo colina arriba, desapareciendo en el bosque de la montaña.
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El Frío de tu corazón (Helsa)
Fanfiction¿Que pasaría si Elsa hubiera conocido a Hans en su infancia y resultara herido por sus poderes? Gracias a Letocles por ser mi beta.