Capítulo 20: El perro, el gato y la rata

745 82 57
                                    

Capítulo 20: El perro, el gato y la rata

Hola! Bienvenidos otra semana más a este fic! :3

Os aviso: este capítulo viene intenso. Pero intenso, INTENSO. Coged palomitas.

Pequeña advertencia: se vuelven a tocar temas relacionados con la ansiedad. No es tan explícito como en caps anteriores y no creo que le suponga ningún problema a nadie, pero por si acaso, yo aviso.

A leer!

HPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHPHP

¡Ya está! —susurró a Harry—. ¡No me lo puedo creer, lo han hecho!

— Y… así acaba — anunció el chico de Slytherin, rompiendo el silencio aturdido y horrorizado que se había extendido por todo el comedor.

— No hay tiempo que perder — dijo Dumbledore en tono jovial, contrastando enormemente con el sentimiento general que había en el comedor en ese momento. — Sigamos leyendo. El siguiente capítulo se titula — tomó el libro que Daniel había dejado en la tarima —: El perro, el gato y la rata.

Una decena de miradas confusas cayeron sobre Harry y compañía, pero Harry tenía otras cosas de las que preocuparse. El título del capítulo no dejaba lugar a dudas: había llegado el momento. Se leería aquella noche en la Casa de los Gritos y todos sabrían las cosas horribles que Harry había estado a punto de hacer.

Y Sirius… Sirius lo sabía. Era consciente de que su ahijado se había planteado matarlo, pero una vocecita parecía susurrarle a Harry: "¿Y si se enfada de todas formas? ¿Y si leer esto le hace daño? ¿Y si acaba odiándote?"

Era un pensamiento estúpido e infantil. Harry lo sabía, de verdad, lo sabía. Pero aun así…

Dumbledore debió pedir voluntarios, aunque Harry ni siquiera lo escuchó. Solo vio las manos alzarse en el aire, una tras otra. ¿Por qué había tantos voluntarios esta vez? ¿Por qué estaban todos tan entusiasmados por leer el capítulo mientras él sentía un nudo en el estómago?

Finalmente, subió a la tarima un estudiante al que Harry reconoció inmediatamente como uno de los chicos de Ravenclaw con los que había hablado el día anterior al pedirles indicaciones sobre el paradero de Malfoy. Cuando le habían preguntado qué iba a pasar en el libro, Harry había respondido…

— Al final del libro, un perro, un gato, una rata y un lobo se meten en un árbol.

A pesar de los nervios, Harry sonrió. Esos dos chicos debían estar muriéndose de curiosidad.

El que había sido elegido por Dumbledore cogió el libro con avidez y repitió:

— El perro, el gato y la rata.

—Espere un momento, señor Benson — le interrumpió Umbridge. — ¿Soy la única que opina que deberíamos dejar de leer inmediatamente?

Miró primero al ministro y luego a Dumbledore, con los ojos muy abiertos en un gesto de falsa inocencia que contrastaba con sus labios apretados y la tensión de su cuerpo.

— No veo ningún motivo por el que debamos detener la lectura, Dolores — dijo Dumbledore en tono amable. A Harry le pareció tan falso como la mirada de Umbridge. — Señor Benson, prosiga.

El chico de Ravenclaw empezó a leer:

A Harry se le quedó

— No, no prosiga — volvió a interrumpir Umbridge. Giró la cabeza para mirar directamente al ministro, quien tenía aspecto de estar muy incómodo. — Después de lo leído en el capítulo anterior, creo que no cabe ninguna duda de que estos libros están llenos de mentiras. Ya hemos aguantado bastante.

Hogwarts lee Harry Potter IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora