5.-VERDAD.

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 La tensión en el aire era palpable mientras Kristal se preparaba para hacer la llamada que su padre le había ordenado. Taemin le suplicaba por una oportunidad.

Soo-man había sido implacable al quitarle el celular a Taemin. No podía permitir que, en un arrebato de amor y honestidad, su hijo menor delatara todo. Taemin había estado llorando sin cesar, sus ojos rojos y su voz quebrada.

—Kristal, por favor, déjame hablar con él primero. Yo sé que si le explico, quizás nos perdone.

Kristal miró a su hermano menor con una mezcla de pena y exasperación.

—No, Taemin, no puedo hacerlo. Además, si Minho se entera de la verdad, estoy segura de que todos terminaríamos en prisión. Lo que papá va a hacer es un delito muy grave.

—Ves, tú misma lo estás diciendo. Fingir un secuestro para cobrar el rescate son palabras mayores. No podemos hacerle esto a Minho.

Kristal suspiró, su paciencia estaba al borde del abismo.

—Deja de lloriquear, hermanito. Tú estuviste de acuerdo en sacarle todo lo que pudiéramos, y ahora te haces el santo.

Taemin apretó los puños, la frustración y la culpa estaban ahogándolo.

—Eso fue antes. Ahora ya no quiero seguir robándole. Es más, si me dejas hablar con él, te prometo que le diré que yo fui quien planeó todo y los libraré de todo.

Kristal se quedó mirándolo, sus ojos buscaban algo.

—¿Sabes qué, Taemin? Te escuchas como si de verdad lo amaras.

El silencio se hizo pesado, la confesión sin palabras flotaba entre ellos.

—Ay, no es cierto, Taemin. ¿Dime que no es verdad? ¿Te enamoraste de Minho?

Taemin apartó la mirada, sus lágrimas caían al suelo. Kristal soltó una risa amarga e incrédula ante la revelación.

—¡Jodida mierda! Esto sí que no me lo esperaba. Cuando nuestro padre se entere de esto, seguro que ahora sí te mata.

Kristal se dirigió hacia la puerta, decidida a informar a su padre, pero Taemin se interpuso en su camino, recargó con dificultad su espalda contra la puerta.

—No, por favor, Kristal, no le digas nada.

Ella lo miró con los brazos en jarras, su expresión era dura como el acero.

—Está bien, no le diré nada. Pero deja de comportarte como un mártir, tratando de borrar tus pecados. Estás hasta el cuello en esto y te jodes.

Taemin asintió, derrotado. No tenía escapatoria. Estaba incomunicado, y si intentaba huir, sería inútil. Su padre estaba afuera de la habitación, y debido a los golpes recibidos el día anterior, apenas podía caminar. Su amor por Minho, dejo de ser secreto y eso lo complicaba todo.

 —¿Sigue sin contestarte el idiota granjero? —preguntó Soo-man, claramente irritado, a su hija.

—Todavía no, papá. Le he llamado exactamente 20 veces y enseguida me manda a buzón.

—Pues vas a tener que ir a buscarlo a su hotel. Maquíllate para que parezca que has estado llorando, y recuerda que es muy importante que no dejes que avise a la policía. Ya sabes lo que le tienes que decir.

—Sí, papá, ya me lo dijiste muchas veces.

Kristal llegó al hotel con el corazón acelerado y la ansiedad a flor de piel. En recepción, el empleado le informó con tono indiferente:

DESILUSIÓN (2MIN)🌈🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora