24.-CONFUSIÓN.

67 25 44
                                    

 Taeyong se detuvo en seco en el pasillo. Por un instante, pensó en regresar a su habitación, en olvidarse de todo y dejar que las cosas siguieran su curso. Pero algo más fuerte que su indecisión lo impulsó a avanzar. Sabía que otra oportunidad como esta no se presentaría jamás. Con la determinación reflejada en su semblante, giró hacia la oficina. Al entrar, sintió la mirada penetrante de Jonghyun y el frío escrutinio de Minho, quien frunció el ceño al verlo. La tensión en la habitación se volvió incomoda.

—¿Qué quieres, Taeyong? ¿No fui lo suficientemente claro contigo? —espetó Minho, su voz era una mezcla de impaciencia y desdén.

Taeyong respiró hondo, sintiendo cómo el peso del reclamo amenazaba con aplastarlo. Pero no, no iba a dar marcha atrás. No ahora.

—Quiero que hablemos a solas —dijo, más como una orden, que como una petición.

Minho soltó una risa amarga, sin molestarse en disimular su desprecio.

—Eso no va a ser posible. A mí no me interesa lo que tengas que decir.

Jonghyun, percibiendo la creciente hostilidad, intentó intervenir, buscando evitar un conflicto mayor.

—Yo creo que deberías retirarte, Taeyong. No pierdes tu tiem...

Pero Taeyong no estaba dispuesto a ceder el control.

—Tú cállate —interrumpió, lanzándole a Jonghyun una mirada de odio—. Nadie te invitó a la charla.

Minho levantó una mano para detener la discusión que amenazaba con estallar.

—Por favor, no empiecen a pelear como siempre. Jonghyun, hermano, déjame solo con él.

—Pero Minho... —protestó Jonghyun, incapaz de ocultar su preocupación.

Minho agitó la mano con impaciencia, cortando cualquier otra objeción.

—No te preocupes, no va a pasar nada.

Jonghyun se retiró a regañadientes. Antes de salir, lanzó una última amenaza a Taeyong.

—Más te vale que no intentes nada de tus acostumbradas tretas, o te las verás conmigo.

Taeyong respondió con sarcasmo.

—Sí... sí, como quieras.

El silencio se instaló en la oficina cuando la puerta se cerró tras Jonghyun. Minho, exasperado, se dejó caer en su silla, pasando una mano por su rostro como si intentara borrar el cansancio que lo abrumaba.

—Entonces, ¿qué es lo que quieres decirme? Y date prisa, porque ya estoy cansado y quiero irme a dormir.

Taeyong lo observó fijamente, una sonrisa insolente curvaba sus labios.

—Solo te aviso que no pienso irme de la granja mañana. Me voy a quedar aquí por tiempo indefinido.

La sonrisa de Taeyong se ensanchó, mientras Minho lo miraba con incredulidad.

—¿De qué mierda hablas? ¿Estás loco acaso?

Taeyong inclinó la cabeza ligeramente, su mirada atravesaba a Minho.

—Sé tu estúpido secreto, Minho.

El rostro de Minho se congeló. Su corazón dio un vuelco violento y una oleada de náuseas lo invadió. Intentó mantener la calma, fingir ignorancia, pero sus nervios traicionaron su voz.

—¿De... de qué secreto hablas?

Taeyong dio un paso adelante, saboreando cada palabra antes de decirlas.

DESILUSIÓN (2MIN)🌈🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora