Minho había exigido que el salón estuviera repleto de peonias blancas, las cuales impregnaban el ambiente con su delicado aroma y dotaban al espacio de una pureza etérea. Cada rincón estaba adornado con estas flores, creando un mar de blancura que contrastaba con la sobriedad de los muebles de madera oscura. La luz tenue de las lámparas de cristal se reflejaba en los pétalos, dándoles un brillo casi celestial.
En el centro del salón, una mesa majestuosa de mármol blanco ocupaba el lugar de honor. Era una obra de arte en sí misma. Minho y Taemin serían los únicos en sentarse allí. Flanqueando la mesa central, había dos mesas adicionales. Una de ellas estaba ocupada por los padres y la hermana de Taemin. Victoria, quien trataba de mantener la calma en su pequeño universo familiar, mientras Kristal ajustaba nerviosamente los pliegues de su caro vestido. La otra mesa estaba reservada para el juez y los dos testigos de Minho, figuras serias y solemnes que se mantenían en un respetuoso silencio, observando la grandiosidad de la escena. o al menos eso es lo que parecía.
Todo esto era obra de Minho, quien había planeado cada detalle. Soo-man, sin embargo, no estaba del todo complacido. Sentado en un rincón, miraba el esplendor que lo rodeaba con una mezcla de envidia y desdén. No había podido intervenir en nada y eso le jodía al tipo, acostumbrado a imponer siempre su voluntad. Sin embargo, tenía un plan propio, aprovecharía la celebración para solicitar dinero a su yerno. No le importaban las súplicas de Taemin, quien le había rogado que no lo hiciera. La respuesta de Soo-man fue brutal y despiadada; ante la insistencia de Taemin, le propinó un golpe que dejó una marca visible y profunda en su rostro, una herida que ni siquiera el maquillaje pudo ocultar.
La atmósfera en el salón era un reflejo del conflicto invisible. Mientras las peonias blancas irradiaban pureza y esperanza, la marca en el rostro de Taemin contaba una historia de dolor y resistencia. Minho, aunque absorto en su venganza, no pudo evitar notar el rastro del sufrimiento en la mirada de Taemin. Pero en ese momento, decidido a mantener la serenidad del evento, optó por posponer cualquier confrontación, prometiéndose a sí mismo que averiguaría la razón del maltrato.
Minho pidió al Juez Wong, que comenzara la ceremonia. El Juez, con su semblante solemne, se dirigió hacia el lugar dispuesto para el evento, su toga ondeando ligeramente con cada paso. Taemin y Minho se colocaron juntos, uno a cada lado del otro, un contraste entre la serenidad de Minho y la evidente ansiedad de Taemin.
Minho tomó la pequeña mano de Taemin con suavidad y le dio un beso tierno, seguido de un guiño. Sin embargo, Taemin sintió cómo su estómago daba una voltereta de ansiedad. No sabía realmente qué hacer ni cómo comportarse. Estaba feliz, sí, pero también temeroso de no estar a la altura de las expectativas de Minho.
La mente de Taemin era una maraña de pensamientos. ¿Cómo lo trataría Minho una vez fueran declarados esposos? Sentía un miedo que crecía dentro de él. Recordaba con angustia cómo su padre había pasado de ser amable a golpeador, y ese pensamiento lo tenía al borde. Por momentos llegó a pensar que Minho podría hacer lo mismo, que podría golpearlo una vez se casaran. El miedo y la incertidumbre se mezclaban con la esperanza de que eso no sucediera. Se le estaba dificultando mantenerse en pie, pero aun con eso la cálida mano de Minho seguía siendo un ancla en medio de la tormenta.
Estaba tan arrepentido de haberle mencionado a su padre aquella vez que tenía un novio al que había conocido por medio de un programa de radio, en donde él constantemente decía algunos pensamientos al aire. Ahora era demasiado tarde, él era tan culpable como toda su familia y estaba resignado a pagar las consecuencias de esto. Y sí Minho deseaba desquitarse todos los días a golpes, él no se resistiría.
El Juez Wong, con voz firme y autoritaria, inició la ceremonia:
—Estamos aquí reunidos para unir en matrimonio, por las leyes de nuestro país, al señor Choi Minho y al jovencito Lee Taemin, quienes están aquí presentes y por su propia voluntad.
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DESILUSIÓN (2MIN)🌈🔞
FanfictionChoi Minho, un granjero millonario, y Lee Taemin, un chico de sociedad venido a menos se conocen a través de un programa de radio. Taemin, con sus insípidos poemas, conquista el corazón de Minho, llevando a una relación virtual llena de sueños y an...