DESILUSIÓN (2MIN)🌈🔞

30.-SEREMOS UNA FAMILIA

 Como en una escena sacada de un sueño, sus rostros comenzaron a acercarse con una lentitud casi tortuosa, como si el tiempo mismo se hubiera detenido para contemplar ese momento. Cada milímetro que los acercaba era un suspiro contenido, una promesa silenciosa que anhelaba cumplirse. Sus labios, al principio tímidos, se rozaron con una suavidad etérea, apenas un susurro de caricias, pero suficiente para que una corriente eléctrica atravesara sus cuerpos, encendiendo cada fibra de su ser.

El aire alrededor parecía haberse transformado en una bruma cálida y envolvente, como si estuvieran suspendidos en un espacio fuera de la realidad, sostenidos por nubes de algodón que los acunaban en su abrazo celestial. Ese beso, tan ansiado, tan necesitado, era la culminación de un deseo largamente reprimido. Sabía a redención, a un amor que había esperado su momento para florecer con toda la intensidad que había sido contenida durante esos interminables diez años.

Sus bocas, ahora entrelazadas en un frenesí arrebatado, se movían con una urgencia que hablaba de todo el tiempo perdido, de todas las palabras que no pudieron decirse, de todas las noches en que soñaron con este instante. Sus manos, desesperadas, se buscaron y se encontraron, entrelazándose con la fuerza de quienes temen que este instante pueda desvanecerse como un espejismo.

Aquel beso no era solo un encuentro de labios; era la promesa para una eternidad compartida, un pacto silencioso que sellaba sus destinos. Cada roce, cada suspiro compartido, era una declaración de amor eterno, un juramento de felicidad que los envolvía en un manto de amor puro y desinteresado. Ese beso no solo los unía en el presente; era la culminación de un anhelo que había cruzado el tiempo, prometiéndoles un futuro lleno de dicha y un para siempre que solo ellos podían entender.

  Minho respiró hondo antes de hablar, su voz temblaba ligeramente, traicionando el nerviosismo que intentaba ocultar. Las palabras se le escapaban desde dentro del alma. —Tae, te parecerá imposible, pero después de diez años... yo aún te sigo amando. Intenté seguir adelante, lo hice varias veces, incluso con Taharo, pero no pude olvidarte. Y ahora que volvimos a besarnos, entiendo por qué. Estás tan dentro de todo mi ser que jamás podría tener otra relación así. Nadie es como tú.

Taemin, quien había estado escuchando en silencio, dejó que una suave sonrisa se dibujara en sus labios, la sonrisa que Minho conocía bien, esa que estaba cargada de amor y que el tiempo no había podido borrar. —No, Min, no me parece imposible, porque yo estoy igual que tú. La distancia nos separó, pero nuestros corazones han seguido entrelazados. Al menos, el mío te ha anhelado siempre. He deseado volver a escuchar tus latidos junto a los míos, conversando en su propio lenguaje secreto. Y ahora, mis tontas mariposas están a punto de escapar. No te asustes si te envuelven en un abrazo lleno de amor.

Minho, con el corazón desbordado de felicidad, no pudo resistir más y lo besó nuevamente. El contacto de sus labios era como volver a casa después de un largo viaje, una sensación de plenitud que él necesitaba para sentirse completamente feliz. Aunque ahora era inmensamente dichoso con su hija, siempre había habido una parte de él que se sentía incompleta, una parte que solo Taemin podía llenar. El amor de una pareja. Una maravillosa pareja.

Taemin, con los ojos brillando de emoción, tomó aire antes de continuar. —Min, tengo que regresar a Suiza en un par de meses, pero no quiero hacerlo. ¿Tú crees que podría haber un motivo muy grande para quedarme en Seúl?

Las palabras de Taemin eran como una llave dorada que estaba siendo entregada en las manos de Minho, la llave a una vida juntos que él sería un verdadero tonto si no aceptaba. Minho sonrió con ternura, sus ojos reflejaban la dicha que sentía. 

—Yo te ofrezco algo muy poderoso para que te quedes. —Taemin alzó una ceja, interesado—. Te ofrezco formar una linda familia, con el pequeño Felix y la pequeña Molan, en una granja, rodeados de gente que te extraña y quiere. ¿Qué te parece mi propuesta?