19.-AMOR DE VERDAD.

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Después de pagar la cuenta, ambos salieron tomados de la mano, sus dedos entrelazados como si fueran uno solo los mantenía unidos y listos para su mundo que empezaba a girar un poco más rápido. Caminaban por las calles iluminadas de Seúl, riendo de cosas sin importancia. Taemin tropezó ligeramente, y Minho, con una sonrisa, lo sostuvo firmemente contra su pecho. Taemin levantó la vista, sus ojos estaban llenos de un brillo que Minho había visto antes. Entendió que su chiquillo estaba caliente al igual que él.

—¿Sabes?— murmuró Taemin, con una sonrisa juguetona en sus labios —Hace tiempo que soñaba con una noche así... solo tú y yo, sin malos entendidos

Minho lo miró con una expresión suave, y sin pensarlo dos veces, levantó la mano y llamó a un taxi que se acercaba. Cuando se subieron al auto, la cercanía de sus cuerpos en el espacio reducido del vehículo hizo que ambos se volvieran conscientes del fuego que se estaba formando entre ellos. Como consecuencia surgió un beso cargado de deseo y ternura, se prolongó, como si el tiempo se hubiera detenido para permitirles disfrutar de ese momento en toda su intensidad. Sus manos se apretaron con más fuerza, mientras sus labios se buscaban una y otra vez, enredándose en una necesidad que no conocía límites.

El taxi se detuvo frente a un hotel elegante pero discreto, con luces cálidas que invitaban a un refugio íntimo. Ahí, en ese lugar se encontraba la promesa de una gran noche que aún no había ocurrido, pero que ambos sabían que cambiaría todo.

Minho pagó al conductor con una rapidez casi desesperada, sus dedos temblaban levemente, no por el frío de la noche, sino por la anticipación que impregnaba el aire como una nube cargada de emociones. Con una mano firme, rodeó la cintura de Taemin, acercándolo a su cuerpo, sintiendo los latidos rápidos de su corazón contra el suyo. La piel de Taemin bajo su palma era como un fuego que lo consumía.

 Entraron en la habitación, y una vez que la puerta se cerró tras ellos, Taemin dio un paso hacia Minho, sus manos descansaron en su pecho antes de deslizarse hasta su cuello, tirando de él para un beso ansiado.

El beso fue suave al principio, pero rápidamente se volvió más urgente, como si ambos intentaran recuperar el tiempo perdido. Las manos de Minho encontraron su camino bajo la camisa de Taemin, acariciando su piel ardiente.

Minho se separó por un instante, sus ojos estaban oscuros llenos de un deseo reprimido que ahora estaba a punto de desbordarse. —Lo siento— murmuró, su voz sonaba ronca —por aquella primera noche... por todas las noches que dejé pasar.

Taemin negó con la cabeza, colocando un dedo sobre los labios de Minho para silenciarlo.

—No importa ahora— susurró Taemin, sus ojos brillaban con una mezcla de amor y deseo —Esta es nuestra noche, mi amor.

Las palabras apenas habían dejado sus labios cuando Minho lo envolvió en sus brazos, levantándolo del suelo y llevándolo hasta la cama. Allí, en la suavidad de las sábanas, los dos se encontraron de nuevo, sus cuerpos entrelazados en un baile que era la antesala al paraíso del placer.

Mientras sus bocas se encontraban y se separaban en un ritmo tranquilo, Taemin sintió como todo su cuerpo se derretía en el calor de Minho. Era un momento de pura intimidad, donde el mundo exterior se desvanecía, dejando solo el latido de sus corazones y el suave murmullo de su respiración compartida.

La habitación se llenó de susurros, de risas suaves, de jadeos compartidos mientras se descubrían el uno al otro en la oscuridad iluminada por la luna que se colaba a través de las cortinas entreabiertas. No había prisa en sus movimientos, solo un profundo anhelo que se había mantenido vivo a pesar de todo.

La ropa de ambos fue desapareciendo poco a poco, y sin darse cuenta como sucedió ya estaban completamente desnudos, sus cuerpos ahora incitaban a dar el siguiente paso.

DESILUSIÓN (2MIN)🌈🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora