Sam despertó temprano para asistir a su entrenamiento de basquetbol, se puso ropa deportiva, tomó su vaso de agua para salir del departamento y exactamente al abrir la puerta se encontró con un señor que llevaba en brazos un gran arreglo de flores.Ambos se sorprendieron por la presencia del otro, realmente ninguno había pensado que estaría del otro lado de la puerta.
-Señorita Samantha Prescott?- pregunto.
-Sip, soy yo-
-Le mando este detalle el joven Spring, esperemos sea de su agrado-
-Wow muchas gracias-
Trato de cargarlo pero al parecer era más pesado de lo que parecía. Al final el señor se terminó ofreciendo para ponerlo en el lugar que Sam le indicó.
Se despidió y antes de irse empezó a analizar las flores, las olió un poco, demostrando lo mucho que le había gustado el detalle.
Tomo una foto que casi de inmediato subió a sus historias, sin decir o poner absolutamente nada.Realmente las intenciones no eran ningunas.
A los segundos de su publicación recibió un mensaje de Elliot.
"Veo que te gustaron"
La forma de contestar de Sam fue a través de una foto junto a las flores y con una enorme sonrisa, con al leyenda "me encantaron, gracias".
Casi de inmediato recibió mensajes alagando su belleza, a los cuales no puso mucha atención ya que al darse cuenta de la hora tuvo que salir de inmediato.
La costumbre de Sam de correr hasta el gimnasio para empezar a calentar, hoy fue de gran ayuda para llegar a tiempo. Podría ser pesado pero cuando acompañas el ejercicio con buena música puedes tener un mejor rendimiento físico.
Y este siempre era el combo de Sam, audífonos mas correr para sentirse totalmente libre y quitarse cualquier tipo de preocupación.
Esta vez no pudo ser como comúnmente ya que la insistencia de Elliot por halagar a la chica pasó de ser solo mensajes a llamarla.No hubo molestia de parte de Sam, simplemente contestó.
-Empiezas tu día temprano, creí que te despertaría- empezó Elliot la conversación.
-Tengo entrenamiento temprano-
-Te escuchas un poco muy agitada-
-Será quizás porque voy corriendo jaja-
-Perdiste el taxi?-
-Nop, siempre corro para llegar al gimnasio, te lo dije ayer-
-Es verdad, entonces hoy hasta que hora entrenas?-
-Depende, mi entrenador esta conmigo hasta las 11:30 pero puedo quedarme-
-Y es regular que te quedes?-
-Si, me gusta estar sola en la cancha y jugar un rato-
-Quería ver si podíamos vernos-
-Más tarde tengo que ir a revisar unas cosas-
-¿De que?-
-Un problema que tuve con alguien que me representaba-
-Mmmm, y si te sales a las 11:30 de tu entrenamiento?-
-Jajaja no puedo, apenas falte por lo de mis castings, no quiero perder el ritmo pero si quieres puedes venir-
-Estaremos solos?-
-En la cancha si-
-Te veo en un rato entonces-
-Vale, te pondré a correr-
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Prohibido
RomanceDesde que Jenna Ortega conoció a Samantha Prescott se dedicó completamente a protegerla y apoyarla incondicionalmente para que cumpliera su sueño, aparentemente porque eran buenas amigas. Pasar tanto tiempo juntas hizo que mutuamente desarrollaran...