POV JENNALo que había pasado en la piscina fue indescriptible, empezando por la energía que siempre tenía Sam que un solo minuto no estuvo quieta, era una situación que me causaba risa pero se me hacía lindo.
Seguido de todo esto estaba todo sobre el tema de qué me tiro de nuevo al agua y terminamos enredadas en una situación que ya habíamos vivido antes.Esta vez ninguna de las dos rompió el momento, teníamos la cercanía ideal y por un instante todo se sentía tan íntimo que solo lo disfrutamos. Tampoco hubo ningún tipo de impulso que arruinara el momento, nos mantuvimos en posición de que pasaría lo que tendría que pasar.
Al final no hubo ningún beso y a pesar de no tener ningún tipo de contacto físico tan marcado, las sensaciones que me causaba el simple hecho de estar cerca de ella eran demasiadas emociones.
La cercanía no podía terminar ahí, cuando estuvimos en casa, había pequeños silencios que en lugar de incomodar, hacían que el momento fuera más agradable.Cuando ya estaba en la cama, Sam fue a mi habitación porque había olvidado mi teléfono, me lo dio y algo dentro de mi me dijo que era buena idea invitarla a que se quedara a dormir conmigo. Me lo cuestioné unos segundos y seguido de pensarlo le hice la propuesta.
Antes de contestar pregunto si me encontraba bien. No fue de inmediata su respuesta pero acepto al final, terminamos durmiendo juntas, yo no quise ser partidaria de tener más cercanía de lo que pudiera verse normal, moría de ganas por abrazarla pero no lo hice.
Cuando despertamos al siguiente día estábamos abrazadas, totalmente juntas y nuestras piernas se enlazaban. Volví a hacerme la dormida cuando noté que Sam estaba por despertar.
Me quede quieta, entre abrí los ojos unas cuantas veces y vi a Sam mirándome fijamente. Sin esperarlo simplemente sentí como beso mi mejilla.
Fue un beso corto y que a pesar de que mi primer pensamiento fue que aprovecho que estaba dormida para que yo no supiera sobre ese beso sus palabras me sorprendieron.
-Buenos días Jenn, eres muy mala para hacerte la dormida-
Abrí los ojos de a poco.
-Buen día Sam, al menos lo intente-
Se rio de mi mientras revisaba la hora en su teléfono.
-Voy a darme un baño para irnos con tu familia-
-Yo pienso quedarme un rato más acostada-
-Está bien, te prepararé el desayuno también, te ves linda así-
-¿Así toda dormida?-
-De cualquier manera-
No me dio tiempo de reaccionar delante de ella ya que salió del cuarto, sabía que la sinceridad de ella lo era todo y también el ser tan directa. No estaba acostumbrada a tanto coqueteo pero no me quejaba. O al menos tenía esperanza de que en el fondo fuera coqueteo porque para este punto podría ser un juego.
El sonrojo en mi cara se hizo muy presente. Tal como le dije me quede un rato más en la cama, revisando cosas de trabajo para próximos días, fuera de mi habitación se escuchaba mucho ruido, no me llamo la atención porque sabía que siempre que Sam estaba apurada hacía más ruido del que normalmente se escucharía.
Me mantuve en mis asuntos un buen rato, tome una ducha antes de salir de mi habitación y para cuando lo hizo todo el desayuno estaba listo, más producido de lo normal.
Desayunamos mientras le platicaba a Sam sobre la razón de porque estaban tan ocupados todos en mi familia. Muchas veces salió a relucir el tema de la noche anterior, en todas las ocasiones evadimos el tema en el momento en que ambas nos sonrojábamos.
ESTÁS LEYENDO
Prohibido
RomansaDesde que Jenna Ortega conoció a Samantha Prescott se dedicó completamente a protegerla y apoyarla incondicionalmente para que cumpliera su sueño, aparentemente porque eran buenas amigas. Pasar tanto tiempo juntas hizo que mutuamente desarrollaran...