Noche de películas

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La tensión se sentía en todo el lugar y las únicas culpables de esto eran Jenna Ortega y Samantha Prescott quien con cada pregunta o con cada palabra que salía de sus labios, se adentraban más a un tema que para ambas estaba en el olvido.

Cada persona del lugar estaba en sus propios asuntos, eso era lo que a primera vista se notaba, para Sam este era un momento que definiría el futuro de su relación con Ortega.

Sabía los riegos que conllevaba admitir lo que tenía en la punta de la lengua y por ende, antes de decirlo miro a todos lados para asegurarse de que fuera un momento en el que más personas no se entrometieran.
Tratando de evitar el desastre que podría causar ver esta escena.

-Bueno la verdad es que...

-Prescott, a la cancha, empezamos el segundo tiempo- llegó el entrenador.

El rostro de Sam fue de total frustración al saber que de nuevo había perdido la oportunidad de admitir sus sentimientos, su vista se estableció sobre Jenna por unos segundos.

-Más tarde me dirás esa verdad, ve a jugar corre- acompañado de estas palabras una sonrisa que calmó por completo a la menor.

Que en un inicio había tomado como una urgencia el decírselo.

Nadie está completamente seguro de sus sentimientos hasta que se transmiten de una forma más clara y para este momento ninguna de la dos estaba segura de que el "gustarse" fuera el término correcto.
Era complicado saberlo cuando no solo eran ellas dos sino que ahora también estaban en sus vidas otros dos chicos con quien también habían tenido un sentimiento, no era claro que era o con que intensidad lo sentían pero había algo que cambiaba todo.
Además de la presencia de estos dos individuos también estaba la indecisión sobre el que podría decir la gente y que no supieran mutuamente sus sentimientos, aún seguían guardados y esto podría ser o muy bueno o muy malo.

POV JENNA

De cada maldita forma se veía tan atractiva y hoy con ese uniforme causó muchas sensaciones en mi. Para el momento en el que se acercó antes del partido indirectamente empecé a decir cosas que llevarían a una probable confesión de mi parte, aunque también quería ver sus reacciones con lo que llegaría a decir.

Que al final no fue tan planeado y todo lo que le dije salió conforme avanzaba la situación. Para el descanso del primer tiempo tenia de nuevo a Sam conmigo, un momento tierno que continuamente teníamos; esta vez hubo algo diferente, un desvío del tema por parte de Sam.

Admitir una verdad después de mencionar que yo era muy importante para ella a tal grado de que puede estar mal; se mal interpretaba al instante.

Tal vez eran ideas mías pero muy en el fondo deseaba tanto que lo que diría fuera el hecho de admitir que yo también le gusto, yo también lo he visto como algo "malo", entonces había una pequeña posibilidad de que eso fuera.

Al final el momento se corto por su entrenador, ella tenía que volver a la cancha a jugar y yo me quede en las gradas solo viéndola.

Ansiaba por mucho que terminara de decirme lo que quedó pendiente y realmente el segundo tiempo pudo haber sido eterno sino hubiera sido por ella misma, quien no solo me entretuvo a mi sino a todos los que miraban el partido.
Básquetbol es como el futbol en el aspecto de que se debe jugar en equipo y eso demostraron durante todo el partido pero sobre todo en los últimos 10 minutos Sam fue quien tuvo casi en todo momento el control del balón, hacía ver tan fácil anotar una canasta o esquivar a otras 5 chicas que iban sobre ella.

En los últimos minutos del partido encestó el último balón y tuve la gran fortuna de captar el momento en una foto. Algo que he aprendido de Sam es que no le gusta que le tomen fotos desprevenida por lo que la foto que acababa de tomar se quedaría solo para mi.

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