🌸After him I was never the same🌸 (Pedro Pascal)

➰🌟⚡️ Kisses of fire ⚡️🌟➰

Será su boca
Que me provoca
Será su forma de besar
Su fuego eterno
Mi dulce infierno
Que me hace mil veces pecar
Es brujería, su boca y la mía
Yo vuelvo cada vez por más
Besos de mil sabores
Me lleva, vienen y van
Besos de mil colores
Que al cielo me hacen llegar
Sabe, sabe a margarita
Sabe, sabe a caramelo
Saben, saben a la gloría
Sus besos son besos de fuego 🔥...

🔥🔥🔥

El sol brillaba con intensidad aquella mañana mientras caminaba a la universidad. Era el día del último examen y, aunque estaba nerviosa, también me sentía lista para enfrentar este último desafío. Mis semanas de arduo estudio y noches en vela estaban a punto de dar sus frutos. Me ajusté la mochila y respiré profundamente, tratando de calmar los nervios.

El campus estaba más tranquilo de lo habitual, con solo unos pocos estudiantes apresurándose a sus aulas. Caminé hacia el edificio de Humanidades, sintiendo la tensión en mis hombros. Al llegar al aula, vi a algunos compañeros revisando frenéticamente sus notas y libros de texto, intentando absorber los últimos detalles.

—¡Bianca!—llamó Sami desde un rincón del pasillo. Se acercó a mí con una sonrisa alentadora y un café en cada mano. —Pensé que podrías necesitar esto.

—¡Gracias, hermana! Eres un ángel—dije, aceptando el café caliente. El aroma y el primer sorbo me dieron un pequeño empujón de energía.

—¿Lista para acabar con esto?—preguntó Sami, dándome un amistoso empujón en el brazo.

—Sí, definitivamente. Solo quiero terminar y disfrutar de mis vacaciones—respondí, pensando en Pedro y nuestro viaje a Cartagena.

Nos fuimos al aula y tomamos nuestros asientos. El profesor entró poco después, distribuyendo los exámenes con una expresión seria pero comprensiva. Miré las hojas frente a mí y respiré hondo, sabiendo que tenía todo lo necesario para aprobar. El tiempo pasó rápidamente mientras me sumergía en las preguntas, respondiendo con seguridad y precisión.

Finalmente, entregué mi examen con una mezcla de alivio y cansancio. Salí del aula y esperé a Sami en el pasillo. Ella salió poco después, con una sonrisa que reflejaba mi propio sentimiento de logro.

—¡Lo logramos!—exclamé, abrazándola con fuerza.

—¡Sí marica!—dijo Sami, riendo. —Ahora es el momento de celebrarlo. ¿Pizza y películas esta noche?

—¡Por supuesto!—respondí, sintiéndome emocionada por todo lo que se avecinaba.

Mientras caminábamos por el campus, la sensación de liberación era palpable. Nos fuimos al café habitual para un último café de estudiantes antes de que comenzaran nuestras vacaciones oficiales. Nos sentamos junto a la ventana, disfrutando del momento y hablando sobre nuestros planes.

—¿Cuándo te vas a Cartagena?—preguntó Sami, con un toque de envidia amigable en su voz.

—En unos días. Pedro y yo hemos planeado todo. Va a ser maravilloso, pero antes veré a mi mamá y mis hermanos —dije, sonriendo.

—Estoy tan feliz por ti. Te mereces cada segundo de esa felicidad—dijo Sami, sinceramente.

—Gracias, Sami. Y tú, ¿tienes planes con Lucas?—le pregunté, sabiendo lo contenta que estaba con su nuevo interés amoroso.