✨🌟🌜The eyes of the moon on you🌛🌟✨

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El día comenzó como cualquier otro, aunque Pedro estaba más pensativo de lo habitual. Sabía que tenía que viajar por unos días por trabajo, y la idea de dejarme sola con Santiago no lo dejaba tranquilo. Entendía su preocupación; Santiago ya estaba mayorcito y comenzaba a notar más las ausencias, pero le aseguré que todo estaría bien.

Antes de que Pedro se fuera, algo en el aire cambió entre nosotros. Santiago dormía en su habitación y Pedro y yo estábamos en la sala, el me miró con esa intensidad que siempre me hacía sentir como si fuera la única mujer en el mundo. Sus ojos recorrieron mi cuerpo, y pude ver el deseo ardiendo en ellos. Sentí una oleada de confianza y poder; sabía lo que le provocaba y quería disfrutar cada segundo de esa conexión tan nuestra.

—¿Estás seguro de que quieres irte tan pronto? —le pregunté, mi voz cargada de seducción mientras me acercaba a él, mis dedos deslizándose lentamente por su pecho.

Pedro soltó una risa suave, llena de anhelo, y me tomó por la cintura, acercándome más a él.

—Después de tenerte, no quiero irme nunca —susurró contra mis labios antes de besarme con una intensidad que me hizo perder el aliento.

El beso fue profundo, lleno de una mezcla de pasión y desesperación, como si quisiéramos asegurarnos de que este momento nos sostuviera durante el tiempo que estaríamos separados. Mi cuerpo respondió al suyo con la misma urgencia, mis manos recorriendo su espalda, queriendo sentir cada músculo, cada latido.

—Te voy a extrañar tanto ―susurré entre jadeos, mis labios rozando su mandíbula mientras lo besaba con desesperación.

―No pienses en eso ahora ―respondió él, su voz profunda y ronca, cargada de deseo, mientras sus manos descendían por mi cuerpo, explorando cada curva con una precisión que me volvía loca―. Solo quiero concentrarme en ti, en cómo me haces sentir...

Lo empujé suavemente hacia atrás en el sofá, mis manos acariciando su torso antes de besar su pecho y abdomen, arrancando suspiros entrecortados de sus labios.

―El embarazo te ha hecho bien... estás aún más deliciosa ―murmuró, su respiración volviéndose más pesada.

Sonreí contra su piel, dejando que mis labios recorrieran su abdomen. ―¿De verdad?―, murmuré, mis palabras un suave reto en el aire.

―No tienes idea... ―respondió, atrapando mi rostro entre sus manos para guiarme de nuevo hacia él, sus labios encontrando los míos en un beso hambriento―. Te deseo tanto, Bianca, cada parte de ti...

―Muéstramelo entonces ―le susurré al oído, provocándolo mientras mis dedos deslizaban lentamente por el borde de su pantalón, su cuerpo temblando bajo mi toque.

Sus ojos se oscurecieron, y antes de que pudiera decir una palabra más, se levantó, tomándome en sus brazos y llevándome a la cama. La urgencia de sus movimientos, la manera en que me devoraba con la mirada, dejaban claro que las palabras eran innecesarias.

―No tienes idea de cuánto te deseo ―murmuró, su voz cargada de lujuria mientras se inclinaba sobre mí, sus labios siguiendo el rastro de sus manos.

Mi respiración se aceleró cuando sus labios comenzaron a explorar mi cuello, bajando lentamente hacia mi clavícula. ―Demuéstramelo, Pedro ―susurré, mi voz apenas audible, cargada de deseo.

Él sonrió contra mi piel, un sonido bajo y profundo que hizo que mi corazón latiera aún más rápido. Sus manos se movieron con una deliberación tortuosa, deslizando lentamente la tela de mi ropa, desnudándome centímetro a centímetro.

―Eres todo lo que necesito ―murmuró mientras su boca seguía bajando, besando, lamiendo, marcando su camino hacia abajo, hasta que llegué al borde del delirio, mis sentidos embotados por el deseo.

🌸After him I was never the same🌸 (Pedro Pascal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora