🌸After him I was never the same🌸 (Pedro Pascal)

🌼➰Something cyclical, addictive are you➰🌼

Hay algo entre tú y yo
Más fuerte que la fe
Mucho más grande que el destino
No sé por qué te amé
Ni cómo comenzó
Este romance repentino
Hacemos el amor
Hambrientos de pasión
Como algo cíclico, adictivo
Y sin explicación
Otra vez
Amor amor me estoy quemando
Otra vez
Con el fuego de tu piel
Otra vez
Siento que el fondo estoy tocando
Otra vez
Y no me puedo defender
Estoy entrando en ti
Nadando en tu sudor
Bebiendo el fruto de tu vientre
Quiero vivir así
Metido en tu dolor
Quedarme dentro para siempre
No sé que pasa en mí
Me ciega esta obsesión
Es algo cíclico, adictivo
Y sin explicación

🍀🍀🍀

Ahí estaba yo, sentada en el aeropuerto esperando mi vuelo a Medellín, con las emociones a flor de piel. Me sentía feliz y ansiosa a la vez. En unas horas estaría con mi familia, a quienes no veía desde hacía tiempo. Desafortunadamente, aunque Pedro también estaba en Medellín por sus filmaciones, no podríamos encontrarnos en el aeropuerto. Sin embargo, tendría tres días para disfrutar con mi familia antes de viajar a Cartagena, donde nos reencontraríamos.

Mientras esperaba, revisé mi teléfono y vi un mensaje de Pedro deseándome un buen vuelo y asegurándome que no podía esperar a verme en Cartagena. Su apoyo siempre me llenaba de energía y me hacía sonreír. Las horas de vuelo pasaron rápidamente mientras soñaba despierta con los días por venir.

Al llegar al aeropuerto de Medellín, casi no tardé nada en recoger mis maletas. Apenas salí, vi a mi mamá y a mi hermana Mady esperándome con sonrisas de oreja a oreja.

Después de un largo abrazo, nos dirigimos al coche. Durante el trayecto, Mady no paraba de contarme todas las novedades de la ciudad, mientras mi mamá me preguntaba cómo había sido el viaje. La emoción de estar de vuelta en casa era indescriptible. Al pasar por las calles que conocía tan bien, los recuerdos empezaron a inundarme.

— ¡No sabes todo lo que ha pasado Bianca! —exclamó Mady emocionada—. El vecino de la esquina se casó y ahora tiene un perrito que siempre se escapa y termina en nuestro jardín.

— ¡Vaya! Parece que han sido días movidos —respondí con una sonrisa, disfrutando del entusiasmo de mi hermana.

Mi mamá, mientras conducía, no podía evitar preguntar:

— Bianca, ¿y Pedro? ¿Cómo están las cosas con él?

Tomé un respiro antes de contestar, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo.

— Mamá, Pedro también está aquí en Medellín —dije, tratando de mantener mi voz serena—. Pero está ocupado con las filmaciones de Narcos y no tiene mucho tiempo libre. Vamos a encontrarnos en Cartagena en unos días.

— ¡Qué emoción! —dijo Mady, dando un pequeño salto en su asiento—. ¿Van a pasar tiempo juntos en la playa?

— Sí, ese es el plan —respondí, sintiendo una oleada de calidez al pensar en nuestro próximo encuentro.

Mi mamá sonrió, satisfecha con la respuesta.

— Me alegra saber que todo va bien, mi amor. Estoy segura de que tendrán un tiempo maravilloso juntos.

Al llegar a nuestra casa, sentí una mezcla de nostalgia y alegría. La casa estaba tal y como la recordaba, con su jardín florecido y el aroma a café recién hecho que se escapaba por las ventanas. Mi mamá había preparado una comida especial para celebrar, y pasamos la tarde riendo y recordando viejos tiempos.