42. break down the walls

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Tenía que considerar que Tony Stark era un buen luchador de combate, no había duda en ello

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Tenía que considerar que Tony Stark era un buen luchador de combate, no había duda en ello. Incluso cuando en aquel mismo momento no contaba con la ventaja que le proporcionaba la seguridad del traje Iron Man, Stark sabía defenderse por su cuenta. A pesar de que había nacido en una familia millonaria, podía ir puño a puño con él sin ningún mayor problema. Tampoco era secreto para él que Tony habría aprendido una o dos veces artes marciales a lo largo de la vida bajo los mejores entrenadores, era una cosa evidente en la forma que su técnica infería.

El espacio de entrenamiento en la Torre era amplio para ellos, demasiado amplio para solo dos personas. La ex Stark Tower, que posterior a la Batalla de Nueva York se renombró como Avengers Tower, había sido remodelada dos años atrás tras los destrozos que la batalla con los Chitauri había ocasionado a la infraestructura durante el proceso de salvar a Nueva York del caos que Loki había dejado a su paso. Sin embargo, Aidan fallaba en conocer que entre todos los cambios que Tony había hecho, esta contara con un gimnasio completamente equipado. No fue hasta que estuvo investigando los planos del edificio en el computador de Tony después de una sesión de bastante curiosidad en la que se dio cuenta de varios pisos en los que no había estado, entre ellos, el mismo lugar en el que estaban en ese momento. Es decir, claro, básicamente fue trabajo de JARVIS el hacerle saber los por menores de las renovaciones. Todo es posible en trabajo en equipo, ¿verdad?

Incluso cuando se trataba de una Inteligencia Artificial que controlaba casi cada espacio donde se proporcionara un servicio tecnológico o estuviera conectado a algún dispositivo alrededor de la Torre. JARVIS tenía el conocimiento de todos los detalles, su interfaz casi futurista creada para la asistencia de Tony en materias más allá de lo mundano le hacían un gran compañero; no solo porque podía albergar registros, planos de proyectos e información confidencial bajo un estricto algoritmo impenetrable, sino porque tenía más acceso a información de alto riesgo en la que ningún computador si quiera podía compararse.

Se deslizó por el aire en una vuelta acrobática, pasando por encima de Tony, evitando el Tahn Bong por solo milímetros, aterrizando con cierta gracia en la colchoneta con una pose de rodilla flexionada. Estaba descalzo, usando nada más que unos pantalones de ejercicio negros, completamente sin camiseta. Tony llevaba una camiseta blanca junto a unos pantalones de gimnasia grises y zapatillas, el espacio en su pecho donde solía estar su reactor arc era un lugar sensible, que todavía estaba cicatrizando de la operación para quitar para siempre el dispositivo de su pecho así como la pieza de metralla alojada en su corazón. Era raro no ver aquel brillo en su pecho, acostumbrado a que cogiera su vista nada más verlo.

into the fire, STEVE ROGERS²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora