ITF| "his love was like fire, consuming, tempting. and i'll gladly run into it all over again."
BOOK TWO OF UNFORGETTABLE LOVERS SERIES
(mirko fabrizzio 2023, steve rogers x male! oc. todos los derechos reservados.)
SE PROHÍBE LA COPIA, TRADUCCIÓN O...
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22 de Diciembre 2009.
Un frío intenso lo recorrió, como si sorpresivamente se hubiera caído a unas aguas insoportablemente congeladas.
Llamas lamieron su piel por dentro.
Podía sentir su propia sangre corriendo a través de sus venas. Su propio latido, retumbando en sus orejas. El aliento atascado. Congelado.
Quería gritar, quería que aquella tortura se detuviera.
Se sentía inmóvil, impotente, sin nada que pudiera hacer para evitar aquel acontecimiento.
¿Así se sentía morir? ¿Era aquello a lo que se referían las monjas el orfanato St. Agnes mientras él crecía? ¿Eran el cielo y el infierno reales? ¿Y si era así, qué había hecho Aidan para caer en el segundo? ¿Estaba experimentando ahora mismo el castigo de un dios en el que nunca había creído?
Aidan había llegado al mundo una noche tormentosa neoyorquina, el día 12 de Abril del año 1984, proveniente de dos padres que él jamás conoció o se interesó por buscar. Lo habían dejado fuera de las puertas de las iglesia Clinton Church apenas un mes después de nacido, cubierto por mantas que lo mantuvieron caliente en la fría noche escogida y tan solo una carta que explicaba brevemente que Aidan merecía algo mejor, que esperaban Dios los perdonase pero que no podían quedarse con Aidan. Según la carta, ellos realmente lo habían tratado.
Quizá no lo trataron lo suficientemente fuerte.
En el orfanato, Aidan había crecido rodeado con la religión que la filiación de aquel orfanato provenía, la Iglesia Clinton Church no era la única afiliada, pero la más concurrida, sin embargo. Las monjas usaban la “ira de Dios” para prevenir insubordinación y cuestionamiento y en general, no era un ambiente muy grato para un niño cuyos padres habían muerto o derechamente ellos habían sido abandonados. Por suerte, cuando cumplió doce años, una pareja muy maja lo adoptó y le dio el amor que alguna vez tanto había deseado. Los Halliwell le habían dado un hogar, una familia y derechamente había sido lo mejor que le había pasado en su vida.
