24. kiss kiss bang bang

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Conforme pasaron las semanas, ambos hombres se acostumbraron a la cotidianidad de vivir juntos a pesar de tener diferentes estilos de vida y diferentes formas de enfrentar las cosas

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Conforme pasaron las semanas, ambos hombres se acostumbraron a la cotidianidad de vivir juntos a pesar de tener diferentes estilos de vida y diferentes formas de enfrentar las cosas. Diferentes enfoques para diferentes hombres. A veces Aidan salía muy temprano, antes del desayuno y Steve se despertaba solo en el apartamento y otras veces Aidan se despertaba con el ruido de Steve quien se preparaba para salir a trotar cada mañana al alba. Septiembre dio paso a octubre y con ello la cercanía de Halloween.

A pesar de que era un adulto funcional que pocas veces andaba por casa, se las arreglaron para salir por ahí a dar una vuelta y ver una película de miedo al regresar. Ser un agente era trabajo pesado y a veces los horarios entre ellos no concordaban en absoluto, y cuando lo hacían, aprovechaban para sacar un momento para hacer cualquier cosa que se les ocurriera, incluido dormir todo un día si les apetecía. No obstante, parecía ser que nunca calzaban en el apartamento.

No es que fuera un problema, al contrario, era una gran distracción para que no se pusiera a pensar en cosas que no debía. Tener a Steve Rogers como compañero de piso era tan distractor como desconcertante.

Que sí, que Fury había puesto a Aidan como el agente supervisor provisorio de Steve en su adaptación a las normas y protocolos de S.H.I.E.L.D pero eso no significaba en absoluto que eran enviados en paquete a misiones. A veces cuando Steve iba de salida, Aidan venía recién llegando y viceversa. Halliwell era uno de los más exitosos y mejores operativos con los que la agencia contaba, o al menos uno de los top cinco si se contaban Clint, Natasha, Bobbi Morse y Melinda May —que era prácticamente una puta leyenda en la agencia—. En sí, era enviado solo a algunas misiones y no necesitaba extracción.

Era duro de esa forma.

Y es que habiendo sido entrenado arduamente en el combate y si se le añadía el factor que era un individuo mejorado que ostentaba poderes que ni la propia ciencia podía explicar, se podía enfrentar a un batallón entero si quería. No por nada era nivel seis en el estado de autorización de seguridad siendo tan joven. O bueno, tan joven como el resto ostentaba, puesto que Natasha tenía su mismo nivel y edad. Todavía no entendía cómo Clint había ganado un nivel siete ni tampoco es como que se lo dijera, pero eran cosas burocráticas de la agencia, igual lo podía entender.

into the fire, STEVE ROGERS²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora