Sara
Seguimos temblando, bueno me siguen temblando las piernas.
Estamos en la ducha y no parecer ser la misma persona, que hasta hace unos minutos me estaba follando tan duramente. Ahora me esta lavando el pelo. Tiernamente. Despacio. Con ternura.
Aplica jabon en la esponja y empieza a frotar mi espalda, dando pequeños circulos que van bajando hasta llegar a mi culo.
-Ahora es mi turno de darte lo que te mereces, preciosa- dice acerando sus labios a mi oido.
No puedo decir nada, estoy embelesada en sus caricias. Se siente tan bien, que dudo que esto sea real. Pasa sus manos por mis caderas, siguiendo mi bajo vientre, subiendo la esponja por mi vientre hasta llegar por debajo del pecho para empezar a enjabonarlos, le da un par de caricias suaves al pezon, se me escapa un gemido al entreabrir la boca, cierro los ojos para dejarme llevarme por la sensacion de placer que deja sus manos. Se me eriza la piel cuando noto sus labios en mi hombro derecho, me sigue besando el cuello mientras sus manos se pasean por mi cuerpo. El puto Nirvana esta aqui ahora mismo y este dios egipcio me esta dando las llaves para entrar por la puerta grande.
-Creo que es momento de quitar todo este jabon - dice haciendome abrir los ojos.
Deja la esponja en la estanteria de obra que hay en la ducha y coge la alcachofa abriendo el agua templada.
-Cierra los ojos, no quiero que te entre jabon en ellos- solo puedo oirlo reir cuando empieza a caerme agua por la cabeza cierro los ojos y me quedo quieta mientras el agua recorre mi cuerpo - ahora ya estas lista.
Se echa agua por encima dejandome ver todo cuerpo recorrido por espuma que se va eliminando por el agua poco a poco. Se pasa la mano por el pelo negro, un negro intenso que hace contraste con esos ojos que se abren para mirarme, le sale una sonrisa tan blanca y sensual, que solo hace que mi cuerpo arda de nuevo Estoy en un grave problema con este hombre.
Cuando acabamos de la ducha. De secarnos bajo la atenta mirada del otro. Nos encontramos de frente. Me hace una señal con la cabeza para que le siga hasta el vestidor. Abre dos puertas correderas y mis ojos no pueden creer lo que ven.
Ropa de mujer, y por lo que puedo ver, de mi talla. Vestidos, pantalones, camisas, blusas, faldas,... De todo.
-¿Cuando has comprado todo esto? - le digo pasando mis dedos por la ropa - ¿Desde cuando la tienes?
-No hace mucho, la verdad -dice pasando su mano por el pelo - cuando te pregunte hace dos semanas de que vinieras a vivir conmigo, pense que si volvias te gustaria tener ropa para ti. Asi te ahorrarias hacer a mudanza y seguirias teniendo tu casa - dice mas cerca de mi - se lo importante que es para ti esa casa.
-¿Como sabias mi talla?
-Preciosa, llevo tocando tu cuerpo por dos años, he visto tu ropa, has dejado alguna prenda en donde nos hemos visto,... y te he comprado algun que otro vestido - se posiciona detras de mi, posando sus manos en mis caderas - mira el primer cajon de ahi.
Cuando lo abro, mis ojos casi se salen mis orbitas y la boca se me seco de golpe.
Todo tipo de texturas, colores y formas. Lenceria de la mas alta calidad, ropa interior de ensueño.
Abro el segundo y todo son sujetadores, de todo tipos, colores y formas...
Cuando abro el tercero mi sonrisa se vuelve mas picara y lo miro por encima del hombro.
-Has pensado en todo, por lo que veo - le digo señalando el cajon.
-Hay que ser precavido ¿no crees? - suelta y me da un beso en la mejilla - ahora vistete tenemos que ir hacer unas compras, jefa.
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Tu piel
RomanceNada es lo que parece cuando se trata de engañar y matar a sus enemigos. ¿Quién es Sara Vendez?