Capitulo 18 - Golpe

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Enfys

Mi mano en su nuca apretandola mientras nos besamos como si lleváramos meses sin vernos y la otra en su culo para sentir su humedad encima de mi polla.

Lo que siento por Sara es... Joder, me estoy pillando por ella y solo es una puta tapadera que me ayudeña a hacer el papel pero es que tiene algo que no me deja empalmarme con otra que no sea ella.

Su mano vuelve a bajar entre nuestros cuerpo para masajearme la polla que ya está lista para otra tanda de sexo.  El vestido ya lo tiene por encima de las caderas. Mi mano en su culo apretandolo contra mi y sus jadeos entre los besos. Joder, se me eriza la nuca.

Nos estamos restregando el uno con el otro, noto su humedad encima de mí y como entra entre sus labios inferiores dándole placer, sus gemidos en mi boca solo hace que me aumente el grosor y la vista se nuble.

-De... Debemos levantarnos... E irnos a... Una superficie más cómoda - dice entre besos.

Gime cuando toca mi punta el botón rojo del placer, y no es un gemidos leve es uno fuerte que le hace morderme el labio inferior.

-Preciosa, si quieres levantarte es el momento sino... - le intento decir cuando vuelve a morder - a la mierda.

Ya no aguanto más.

Le cojo del culo levantandola para sentarla encima de la punta de mi polla para darle una embestida desde abajo que la hace incorporarse de golpe. Esta tan mojada que cuando ha entrado se la ha comido con su coño de un tirón sin preámbulo. Se ha dilatado en un segundo. Y sentada encima de mi empieza a saltar. Solo se escucha en la casa nuestros gemidos y los golpes de mi pelvis con su culo.

Le sujeto las caderas para que no pare mientras que ella que agarra el pelo con la mano y con la otra se sujeta un pecho gemiendo.

Cada vez veo menos luz, y solo la veo a ella follandome desde arriba, dando saltos y gimiendo con gritos.

Sigue saltando encima de mi hasta que alcanza el orgasmo que la hace apretar sus piernas que están a cada lado mía. Una mano en el pecho izquierdo y la otra en su propia garganta. Me encanta verla como se complace.

Cuando siento su derrame encima mía. Me incorporo echándola a una lado para ponerla boca abajo y a cuatro patas. Desde atrás le rompo el vestido, no estoy pensando, estoy en otra habitación de mi mente y es mi otro yo el que toma el control sobre su cuerpo. Dejo caer el vestido por sus brazos y dejándolo debajo de su cuerpo.

Le muerdo el hombro cuando la veo jadear.

-Eres mía, preciosa no lo olvides nunca - le digo cerca de su oído.

Gime fuerte con la respiración entrecortada.

Vuelvo a morderle el hombro mientras le cojo un pecho con la mano derecha y encima de su espalda mi cuerpo. Le restriego la polla por su culo. Y mi mano derecha se va a su cuello apretando le para dejarla con un hilo de oxígeno.

Gime fuerte cerrando los ojos y abriendo la boca.

Paso la mano derecha por todo su cuerpo hasta llegar a mi polla, separandome un poco la coloco en su entrada.

-Grita preciosa y pídeme más.

Le doy una embestida metiéndola toda. Su gemido no se queda corto y hace lo que le pido. Echa la cabeza atrás con la boca abierta y los ojos verdes como esmeraldas abiertos mirando arriba.

La saco de nuevo pero esta vez mi mano pasa de su cuello a pelo para mantenerla mirando al frente. Mi otra mano sujeta su cadera que se viene atrás cada vez que la saco buscando más placer teniéndola dentro. Se mueve cuando está dentro. Me da círculos y vaivenes que me enloquece más. Me va a dejar ciego del placer que me produce esta mujer. Cuando la vuelvo a embestir le suelto un azote en el culo que hace que sus paredes atrapen mi polla dentro haciendo que note toda su fuerza desde dentro. Gruño de placer. La intento sacar pero me da demasiado placer y eso haría que se termine rápido el juego.

Tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora