Sara
Está tan increíble con su traje de chaqueta, camisa abierta con un par de botones abiertos. El pelo alborotado. Esta sexy y la habitación huele a su perfume.
Mientras nos acercamos, viene con una sonrisa pervertida, ha visto mi pierna por el corte del vestido. Eso me excita más y me sonroja, no se como lo hace pero siempre me pasa lo mismo.
Nos encontramos en la mesa de la habitación, donde están las copas de vino y la botella. Me sirve la copa de vino y me la tiende, se rellena la suya.
Me sorprende su sonrisa, no la espero, pero esta ahí, tan seductora, tan sexy, tan tierna, tan...Me invita a que le acompañe al balcón, cogida de su mano. Le sigo, a nuestra derecha hay una pequeña mesa de cristal con dos sillas grises, . La ciudad a nuestros pies, el aire cálido, mi pelo moviéndose con la brisa y mis labios mojados por el vino.
Se acerca a mí, tocándome las mejillas, despacio, como si de un cristal se tratará mi cara. Me pego más a su mano, noto su calidez y me mira con ternura, con un ligero toque de deseo detrás de esos ojos verdes casi azules.
- ¿Que tal tu día? - me pregunta dando un paso a mí más cerca
- Bastante bien, la verdad - le digo con una sonrisa - gracias.
- ¿Gracias? ¿por que?
- Por preocuparte por mí.
- Me gusta cuidarte y que estés bien - dice sonriendo.
Deja su copa encima de la mesa, pasando por mi derecha. Vuelvo a mirar a la gran ciudad, apoyando mi mano izquierda en la baranda del balcon. Siento su mano en mi pierna, busca el hueco del vestido para tocar mi muslo, se acerca a mi cuello para dejarme unos besos en el camino hasta mi oreja.
- Podría estar toda la noche mirando desde tu cuello esta ciudad - me susurra.
Cierro los ojos, dejándome caer en sus palabras delicadas, y relajadas. Me posa sus manos en mis caderas. Nos miramos, sonrío, y me acerco más. A pocos centímetro, le susurro bésame.
Me besa intensamente, su mano subo por cuerpo hasta posarse en mi nuca acercándome más, mis manos recorren su espalda perfecta, tirándola para dentro. Nos separamos solo unos segundos, para acercarse a mi cuello que dejo libre para sus labios. Me besa el cuello y mi piel se eriza. no puedo encontrar mejor momento para descubrir su cuerpo.
Tan delicado, tan perfecto. Nos miramos por unos segundos y seguimos devorándonos, no podemos quedarnos aquí parados, por lo que continuamos besándonos y me deshago de su chaqueta y cuando estoy apunto de quitarle la camisa Para. No entiendo el porque. Le miro extrañada y sonríe. Pasa sus delicadas manos por mis hombros para poder quitarme el vestido, poco a poco, dejando ver toda mi ropa interior, se muerde el labio inferior de la forma más sexy y atrevida que he visto, hace que me sonroja todo el cuerpo.
Deja caer el vestido al suelo y empieza a besarme, baja poco a poco, por cuello, pasando por mis hombros, para continuar por mis pechos. Me vuelve a mirar sonriendo, yo pegada al balcón, me besa otra vez intensamente para después seguir, bajar un poco el corset, me lame y muerde mi pezón derecho. Deshace la lazada del corset y me besa por debajo del pecho, sigue por mis costillas, para continuar por mi barriga, me besa por el ombligo y con su mano izquierda baja poco a poco por dentro mis braguitas de encaje, nota perfectamente toda mi humedad y no puedo evitar soltar un gemido, juega con sus dedos sobre ese punto tan sensible ahora mismo. Mi respiración y la suya aceleradas, compasadas, no podemos evitarlo estamos destinados a esto siempre.
Sigue bajando con sus labios, lo que provoca que se arrodille frente a mi, hasta encontrarse con su mano, para. A mis pies, me mira sonriendo, desengacha las bragas de las medias y quitándome las braguitas, me abre un poco de piernas, mis manos agarradas a la baranda del balcón. Es la lujuria en vivo, mete su boca entre mis piernas llevándose la izquierda a la su hombro, provocando un grito de placer desde mi interior. No puedo más que echar la cabeza atrás mientras la suya esta entre mis piernas y su lengua jugando con ese punto tan corto y sensible.
Empieza a lamerlo y a succionarlo, haciendo que gima. Le hace círculos con la lengua, le hace girar y aplana la lengua para darme un placer mayor. Aprieta mi mano de izquierda aún más a la baranda y con la derecha la enredo en su pelo. Me está haciendo llegar al orgasmo a más de mil metros de altura y eso solo me excita más.
Da otro giro haciéndome venirme en su boca y por ende pasa su lengua por todo mi interior saboreando su obra.
Cuando nota mi cuerpo relajado, se separa y me mira.
-¿Nos vamos a la cama o prefieres quedarte aquí? - me dice de rodillas.
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Bueno, pues primer momento caliente que llega aquí.
Espero que os esté gustando.
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Tu piel
RomantizmNada es lo que parece cuando se trata de engañar y matar a sus enemigos. ¿Quién es Sara Vendez?