Capitulo 20 - Raro

14 1 1
                                    

Sara

Estoy en la puerta para entrar en la habitación, para machacarlo mentalmente y darle lo que se merece. La madrugada me transforma, me da la fuerza de ser una persona que consigue que el resto peque con ella. Ahora es mi turno de hacerlo.

Giro el pomo de la puerta dando pie a la escena que necesitaba ver. Sus ojos inyectados en sangre por la tortura de Gabriela, esta chica sabe como hacer daño.

-Buonanotte bambino, ¿Ti ricordi di me? - le digo sonriendo desde el marco de la puerta - Sono il tuo peggior incubo e ora scoprirai perché.
(buenos noches chiquillo, me recuerdas? - Soy tu peor pesadilla y ahora vas a descubrir el porqué.)

Tras dar un paso cierro la puerta con pestillo, haciéndole tragar duro saliva, se acaba de acojonar, mi aura ha cambiado soy consciente de ello, por como me mira y se ve. Gabriela, se separa y se queda apoyada en la pared del fondo.

-Pequeña, te voy a enseñar como jugamos la elite -le digo pasando los dedos por la mesa donde se encuentran el instrumental- aquí hay una diferencia, a ti no te importa mancharte las manos de sangre... A mi, me encanta mancharme las manos de sangre. Es mi parte favorita de las torturas ¿por donde empiezo Joseph? ¿Tus dientes? ¿tus uñas? ¿Tus orejas...? o ya sé....

Cojo un bisturí, rajo su ropa, dejando al descubierto su cuerpo tonificado. Si no fuera un hijo de puta, seguramente lo cuidaría mejor, pero siéndolo, le toca sufrir.

Accidentalmente, no con la intensión obviamente, le rajo el pezón izquierdo, soltándole un grito, que desgarra desde dentro. Sonrio de lado, me gusta ver la sangre caer. Sé que Angy me esta viendo. Tengo que guardarme este lado oscuro de dentro, no hace bien a nadie.

-Bambino, suelta prenda o lo hare yo con tu piel - le digo paseando el pequeño bisturí por su cuello, pecho- no tengo toda la noche y tengo que hacer cosas ¿dime donde se encuentra tu padre? ¿donde se encuentran los diferentes puntos donde ibas a llevar a las chicas?

-¡NO TE LO DIRE MALDITA ZORRA!-me grita fuera de si

-Veo que hablas muy bien mi idioma-le digo - Respuesta incorrecta - corto por encima del pecho pasando por la clavícula - sabes que aquí hay una vena que si perforo un milímetro mas, te desangraras en cuestión de segundos, acabando con tu vida con una muerte agonizante - me posiciono detrás de el , le susurro- me daría mucho placer acabar con tu vida lentamente, tal como haz hecho con tantas pobres mujeres, venga dame ese puto placer alargando todo.

-Maldita zorra, solo quieres mi sangre para hacerte un puto festín -grita mirando por encima del hombro - no te diré nada, puedes matarme.

-Esperaba que dijeras eso - miro a Gabriela desde detrás de él- Vete, cierra la puerta y no vuelvas hasta que os lo ordene, apaga el audio y desconecta las cámaras, me ha dado carta blanca a hacer lo que quiera- le sonrió mi vista se nubla.

-Jefa, no... por favor no vuelvas a ese punto...- me súplica Angy desde el altavoz - nos costo mucho que volvieras la ultima vez.

-Esta vez tengo porque volver, tranquila- le digo- vete.

Se despega de la pared desde donde veía todo y sale de la habitación, cierra con llave, a los minutos las cámaras caen mirando al suelo.

-Es mi momento cabronazo - le digo posicionándome delante de él- se acabo el recreo, es el momento de hablar y morir.

Cuando esta apunto de hablar le cojo la lengua, le ato una cuerda con peso que se la deja fuera y le meto dentro un trozo de tela. Solo hablara cuando yo se lo pida, pero ahora le demostraré por qué temen mi nombre los de su calaña. Respira fuerte. Manos y pies atados a la silla. Me acerco a la mesa y busco algo que lo etiqueto como saca ojos. Es un simple saca corcho, pero yo le doy una utilidad mejor.

Tu pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora