Ya desvestidos.
En la cama los dos, solo con la ropa interior puesta y una enorme sed de apagar nuestro calor interior.
No podemos evitar besarnos, tocar nuestros cuerpo y encontrar la pasión que tanto nos llama.Esta vez no será como anoche, estoy siendo poseída por toda su lujuria, y me encanta. Sigue mirándome con unos ojos lascivos, que te llaman al pecado mas profundo de todos. Me toca con sus dos dedos por encima de las bragas que se encuentran mojadas por la excitación del momento, no puedo evitar soltar un pequeño gemido. Mi cuerpo responde de tal manera que nota como mi sangre ya no se encuentra en mi cabeza sino todo lo contrario, se encuentra en mi entrepierna, dispuesta aferrarse a él.
No puedo aguantar más, le giro montándome encima de él, muevo mi cadera para poder rozarnos, para así excitarnos más, para mojarnos más. Me quita el sujetador y las bragas las hace añicos de un tirón, me incorporo un poco para sacarle la polla de dentro de bóxer, esta erecto, listo para sentarme en él y darnos placer. Tan grande, que podría pensar que no entraría, pero si lo ha hecho y en más de una ocasión.
Lo acerco a mi entrada con mi mano derecha mientras me apoyo en las rodillas y con la mano izquierda en su pecho. Voy bajando poco a poco, dejando que note toda mi humedad hasta el fondo. Muevo mis caderas de delante hacia atrás. Apoyo mis manos en su abdomen. Nos miramos tan excitados que nuestros ojos no tienen iris, la pupila esta tan dilatada que son casi negro.
No dejo de moverme, no puedo mi deseo esta creciendo de sobremanera.Llego al orgasmo primero, él se aguanta. Me levanta como si nada, y volvemos a girar la posición, saca las esposas de la mesita de al lado de la cama. Me las coloca en las muñecas que rodean el dosel de la cama, me deja sujeta, se terminar de quitar los bóxes y hace uso de su entrepierna, me penetra tan fuerte que suelto un gemido. Entre el limbo del dolor y el placer, ahí es donde encuentro.
- ¿Te he hecho daño? - me pregunta quieto dentro de mi.
- No pares - le respondo - te lo suplico.
Nota mi excitación y puedo notar por sus manos apretando mi cintura, que eso le ha gustado. Me da otra embestida, haciendo que siga soltando gemido. Ha colocado un cojin debajo de mi culo haciendo suba mi cadera. Otra, otra, otra, con el ritmo acelerado, solo somos puros gemidos y placer. Se acerca a mis tetas y empieza con un pezon mientras lo succiona y juego con el otro entre su dedos, provocando que me vuelva a correr
Me suelta de las esposas
-Boca abajo, ahora - obedezco.Me posicionó dejándolo entre mis piernas, pegando mi cara al colchón y dejando el cojin bajo vientre. Me besa la espalda, dejándome que respire. Pasando sus manos por mis costados, dejando esas caricias que me excitan aún más. Poco a poco vuelve de nuevo a entrar en mí y noto como le gusta entrar en mi lentamente, lo sé por su respiración, por como se va ensanchando su polla, lo esta notando, le gusta. La sumisión le gusta, pero sobretodo, le gusta que le haga gozar. Le gusta mi cuerpo y eso hace que yo me crezca más aún.
Acelera el ritmo y no puedo dejar de soltar gemidos, como cual actriz porno. Me encanta como lo hace, son fuertes y llegan a ese punto que solo hace que me corra más rápido.-No te corras hasta que te lo diga-me dice con la respiración entrecortada.
Hunde su nariz en mi cuello. Sube una mano hasta este y nos levantamos pegando nuestros cuerpo.
-No puedo aguantar más - le digo
Sigue dandomelo todo, más fuerte más intensa, su mano en mi cuello no aprieta pero si que me excita y provoca que me humedezca más, la otra en mi clitoris jugando con el poco control que tengo.
Suelta un gruñido que me avisa que se va a correr para corrernos juntos , estamos demasiado puesto. Nos corremos juntos. y apoya su cabeza en mi hombro.
Caemos en la cama, noto su cuerpo encima del mío. Las respiración alterada pero se que no hemos acabado, esto solo ha empezado.
Quiere seguir y yo no puedo evitar querer seguir. Se levanta y yo giro debajo de él para mirarnos. Mis piernas a cada lado de él. Sonríe de esa forma tan sexy. Empieza a meterla y sacarla lenta, para después aumentar su velocidad. No deja de mirar como mi cara cambia, sus ojos son totalmente pupila, le excita mirarme, mirar como entra en mi.
Empezamos a jadear al unísono. Deja mi pierna izquierda en su hombro derecho, y baja su mano hasta mi clítoris, haciendo que me excite más, provocando mas jadeos míos. No para de hacérmelo y mirarme. Exploto en mil pedazos por dentro, es el orgasmo mas grande que he tenido hasta el momento. Noto como mi vagina, se contrae, oprimiéndole y como él gruñr de placer. Hemos vuelto a corrernos juntos, aunque esta vez he temblado del mismo orgasmo, que mi cuerpo no ha sabido soportar tal placer. Cae encima de mí, sin salir de mi. No existen fuerzas. Me besa y me mira relajado, me mira como una persona indefensa ahora mismo.
Nos quedamos un rato más así, apoyado en mi pecho mientras le acario el pelo hasta que suena su teléfono. Le reclaman del trabajo. Se levanta arregañadientes con cuidado para no hacerme daño y me señala para que no me levante.
Cuando se coloca el bóxer y unos pantalones, coge el telofono y el tabaco para salir al balcón.
Busco unas bragas y mi ropa interior, empiezo a vestirme. No quiero molestarlo si tiene trabajo. Sobretodo hoy. Lo escucho gritarle al teléfono pero no le hago caso. Voy al baño sin que se percate de mis movimientos y salgo ya aseada y como nueva.
- Abajo te espera un coche, te llevará a casa - me dice saliendo del balcón, esta enfadado - cuando vuelva, si te apetece, nos volvemos a ver.
- No tengo problemas, avisame con un poco de antelación, por favor.
Cojo el pequeño bolso que llevaba anoche y estoy cogiendo la ropa de anoche pero me para poniendo su mano encima de la mía.
-De esto me encargo yo, te lo haré llegar a tu casa, no te preocupes preciosa
-No es molestia - le digo sonriendo
-Insisto
-De acuerdo tu ganas - le dejo un beso en la mejilla.
Me dispongo a salir de la habitación pero antes miro atrás, me sigue mirando con tristeza en sus ojos, el tiene que trabajar y yo también.
Me acerco al ascensor y empiezo a bajar, a la vez que recuerdo nuestro encuentro.
Al llegar abajo, miro para arriba y juraría que esta en el balcón con su cigarro mirando como me subo al coche. Me cuida desde lejos.
Entro en el coche y me siento respirando profundamente.Miro el móvil y me encuentro, trece llamadas perdidas, veintiocho mensaje de whatsapp de mi jefa, de mis amigas, de una compañera del trabajo. Ya sé que pasa, el proyecto del curro que es para dentro de tres dias y no esta hecho. Le mando un mensaje. Necesito dormir un poco, hoy no trabajo. asi que puedo dormir.
Al llegar a casa, veo una carta en al puerta al entrar.
<<Me ha encantado esta noche y espero que a ti también, perdona por la interrupción. Un beso. E>>
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Actualizado y corregido, quien lo diría después de tanto tiempo.
Besos mis chicas.
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Tu piel
RomansaNada es lo que parece cuando se trata de engañar y matar a sus enemigos. ¿Quién es Sara Vendez?