Capítulo 1

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“ Descubrir lo que te hace feliz es un grandísimo comienzo ”

-Lucille Ball

Jennie Kim estaba perfecta

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Jennie Kim estaba perfecta.

Al menos todo lo perfecta que le era posible, lo que aquellos días implicaba un montón de corrector para cubrir las medias lunas moradas que se le habían instalado bajo los ojos. Pero aparte de esa insignificante cortina de humo, estaba impecable.

Aceleró el paso por la acera mientras la luz mañanera de abril alargaba su sombra sobre los adoquines del centro de la pequeña Ciudad de Jeju. No se creía que hubiera salido el sol, que le calentaba la piel tostada, y hubiera podido dejarse el paraguas y las botas de agua en el armario de la entrada de su casa. Era el primer día sin lluvia en dos semanas.

Nacida y criada en la costa sur, estaba acostumbrada a la lluvia, al gris y a la llovizna constante, pero que las nubes se hubieran dignado a tomarse un descanso precisamente aquel día era, como mínimo, alentador. Si hubiera creído en las señales, se habría puesto un poco sensiblera por la coincidencia. En vez de eso, se detuvo frente al café Wake Up y contempló su reflejo en el gran ventanal.

Esa mañana se había levantado una hora antes de lo necesario y se había lavado y secado el pelo, asegurándose de peinarse el flequillo castaño recién recortado exactamente como le había enseñado Kelsey, su estilista. El resultado era..., en fin, perfecto. Los mechones ondulados le caían justo por encima de los hombros, el flequillo estaba despuntado, elegante y brillante. Apenas se había maquillado, sin contar el corrector, y las joyas que llevaba eran discretas y de buen gusto, solo unos aretes dorados que le adornaban los lóbulos de las orejas.

El vestido que tenía puesto era la auténtica estrella. Era su favorito y la prenda más cara que tenía; aún no se había atrevido a decirles a sus mejores amigas, Mina y Rosé, cuánto había pagado por él el año anterior, después de romper con Kai. Había sido una compra necesaria. Una compra para recuperar el poder y sentirse segura de sí misma y guapa. Al contemplar en ese momento el vestido de tubo de color marfil, sin mangas y de largo midi, su reflejo le confirmó que había valido hasta el último céntimo. Combinado con sus tacones negros favoritos de tiras de ocho centímetros, ni siquiera su madre tendría motivos para quejarse del aspecto de Jennie en el escaparate.

Era elegante y desenvuelta.

Preparada.

Perfecta.

Todo lo que debía ser para la reunión de aquel día y la primera jornada de rodaje en el hotel Lloud. Una sonrisa vacilante se abrió paso en su boca al pensar en el histórico lugar, que era suyo para hacer con él lo que quisiera. Bueno, no era exactamente suyo. Aun así, cuando la propietaria desde hacía mucho tiempo de aquel hotel rural victoriano apreciada en todo el país, Pru Manoban, la había llamado dos semanas antes para decirle que estaba lista para renovarlo y que el programa de HGTV de Kim Taeyeon, Innside Korea, quería rodar un episodio sobre toda la transformación, Jennie casi se había mordido la lengua para no gritar de alegría.

She Never Fails | Jenlisa Adaptación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora